Mirando al norte

Virgilio Zapatero, ministro de Relaciones con las Cortes, interpreta solos de violín mirando al mar, en tanto que Julián García Vargas, titular de Sanidad y Seguridad Social, ensaya una partida de golf a los pies de la sierra de Cuera. Uno y otro ven transcurrir agosto en Celorio, en el municipio asturiano de Llanes, donde no es preciso cambiar de posición para sentir igual de cerca la montaña y el mar.

Zapatero ha descubierto por vez primera el sosiego del litoral asturiano, animado por la concurrida presencia en Llanes de viejos y buenos amigos, y no parece arrepentirse de la elección. García Vargas, por el contrario, repite por tercer año consecutivo, haciendo buenos el eslogan turístico de la cornisa cantábrica (No pierdas el Norte) y el muy específico del Principado (Asturias, paraíso natural) que sus compañeros de partido pregonan desde hace varias legislaturas tratando de impulsar una industria turística que compense el retroceso de una siderurgia en perpetua reconversión y una minería a la que ahora quieren darle el primer bocado del ajuste.Zapatero -que ha interrumpido sus vacaciones por unos días para encabezar la delegación española que viajó a Santo Domingo para asistir a la toma de posesión del presidente de la República Dominicana, Joaquín Balaguer- llegó a Asturias buscando la tranquilidad, según confesión propia, lo que no fue óbice para que, apenas tomado el pulso a la tierra, se sumergiera en el muy vibrante y populoso Descenso Internacional del Sella que tiene tanto de fiesta imaginativa y desbordante como de muy estricta competición piragüista. El acontecimiento dejó en las retinas de la familia Zapatero la impresión de lo novedoso. El diagnóstico del ministro fue lacónico pero contundente: "Impresionante".

Biografías

Los baños en la playa, alguna salida a la villa de Llanes y las caminatas por el monte, así como alguna proyectada excursión a los agrestes Picos de Europa, ocupan el tiempo vacacional de los dos miembros del Gabinete de Felipe González que aplacan el estío en Celorio. Uno y otro han confesado estar embebidos en la lectura de algunas biografías -en concreto la del Conde Duque de Olívares-, que García Vargas alterna con la revisión de varias obras que le dejaron honda huella antaño, y Virgilio Zapatero, con algunos tratados de música, su afición más entusiasta y a la que dedica casi tanto tiempo como García Vargas al golf.Otros dos ministros -los únicos de origen asturiano del Gabinete- también elegido la región. Matilde Fernández, la ministra de Asuntos Sociales, suele aprovechar algunos días de agosto para rememorar sus orígenes asturianos y las tareas campestres, participando, si hace el caso, en la recogida de la hierba en La Romía, uno de los pueblos que se encarama en plena ascensión del puerto de Pajares. El más reciente de los ministros, el titular de Trabajo, Luis Martínez Noval, ha asistido a varios actos públicos, algunos tan cargados de intencionalidad política como el presidido en La Camperona, en San Martín del Rey Aurelio, por el líder minero del SOMA-UGT y único sindicalista en la ejecutiva federal del PSOE, José Ángel Fernández Villa.