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GUERRA EN EL GOLFO

Bush admite por primera vez que Irak tiene rehenes

CARLOS MENDO, El presidente George Bush, en una durísima reacción ante la decisión iraquí de convertir a los extranjeros residentes en Irak en "escudos humanos" contra un eventual ataque norteamericano, hizo responsable a Sadam Husein de "la seguridad y bienestar de los ciudadanos norteamericanos retenidos contra su voluntad" y por primera vez, utilizó la palabra "rehenes".

En una alocución ante la convención anual de la asociación nacional de ex combatientes, una audiencia claramente receptiva al mensaje de su comandante en jefe, Bush calificó de "intolerable" la decisión iraquí de "imponer restricciones a civiles inocentes procedentes de varios países , entre los que se encuentran más de 3.000 norteamericanos residentes en Irak y Kuwait."Hago responsable al Gobierno de Irak de la seguridad y del bienestar de los ciudadanos norteamericanos retenidos contra su voluntad", declaró enérgicamente Bush, para añadir que "aquellos dirigentes que utilizan ciudadanos como peones sólo merecen el desprecio y la condena de todo el mundo".

Varios responsables del Gobierno de Bagdad afirmaron el fin de semana que los nacionales de aquellos países que adopten "medidas agresivas" contra Irak serían trasladados a instalaciones estratégicas y bases militares iraquíes como "escudos humanos "para prevenir un posible ataque norteamericano.

Por primera vez desde el comienzo de la crisis, Bush utilizó abiertamente la calificación de "rehenes", una palabra hasta ahora tabú para la actual Administración norteamericana, para referirse a la situación de los ciudadanos extranjeros en poder de las autoridades de Bagdad.

"Hasta ahora, hemos sido reacios a utilizar el término rehenes. Pero cuando Sadam Husein ofrece específicamente el canje de la libertad de estos ciudadanos a cambio de una serie de concesiones no puede existir la menor duda de que, se llame lo que se llame a estos inocentes, se trata de rehenes", manifestó.

Dramatización

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[La utilización del término rehenes representa "una dramatización de las circunstancias" en las cuales esas personas están retenidas", indicó anoche un portavoz del Departamento de Estado norteamericano, quien recordó que Bagdad había fijado "esencialmente condiciones políticas" pira que esos extranjeros pudieran abandonar Irak y Kuwait, informa France Presse].

El presidente iraquí ofreció el domingo la liberación de los extranjeros retenidos en Irak a cambio de la retirada de las tropas norteamericanas de Arabia Saudí y de que se ponga fin al embargo comercial contra Bagdad impuesto por la ONU.

La Casa Blanca rechazó de plano la oferta iraquí y Bush exigió a Bagdad la liberación inmediata de "todos los extranjeros, ahora". "Es preciso que los extranjeros puedan moverse con libertad y que Irak cumpla las normas del derecho internacional y la resolución 664 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", dijo. La resolución, aprobada el sábado, pidió al régimen iraquí la liberación inmediata de los extranjeros retenidos contra su voluntad. El secretario general de la organización internacional, Javier Pérez de Cuéllar, envió dos emisarios personales a Bagdad para intentar conseguir la liberación.

Durante todo su discurso, Bush hizo continuas referencias a la Il Guerra Mundial y equiparó las agresiones iraquíes con las llevadas a cabo por Hitler en Europa. "Hace medio siglo, el mundo perdió la oportunidad de frenar a un agresor despiadado. Yo me comprometo a no cometer ese error otra vez", subrayó.

Y, en este contexto, tuvo palabras de elogio a la actitud adoptada por la Unión Soviética en la actual crisis. "Quiero agradecer aquí la condena pública de la agresión iraquí hecha por el presidente [Mijaíl] Gorbachov. Con su actitud, Gorbachov ha demostrado, si alguien lo dudaba, que las naciones que se unieron en la II Guerra Mundial para luchar contra la agresión pueden trabajar juntas para detener a los agresores de hoy", dijo Bush.

Elogio a Thatcher

[Bush agradeció también ayer a la primera ministra británica, Margaret Thatcher, con estas palabras: "Es alguien que no baja la cabeza cuando la ruta se hace dura... alguien que sabe cuál es el camino recto", informa France Presse].

Por su parte, unidades de la Marina norteamericana que patrullan las aguas de los golfos Pérsico y de Omán mantenían ayer un estrecho seguimiento de dos petroleros iraquíes que se negaron a detenerse a pesar de los disparos de advertencia que recibieron de dos destructores norteamericanos. Bush ha ordenado la interceptación de cualquier barco sospechoso de comerciar con Irak y ha autorizado el empleo de "una fuerza mínima" para poner en vigor el bloqueo, pero parece que no tomará por el momento mayores medidas contra los barcos que se nieguen a detenerse, hasta que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas discuta una petición de EE UU solicitando el permiso de la organización internacional para emprender tal acción.

Mientras, el cerco en torno a Irak sigue estrechándose. Dos barcos con cargas mixtas para Jordania e Irak se encuentran retenidos en los puertos de Dubai (EAU) y Yedda (Arabia Saudí), según fuentes marítimas de la región, informa Angeles Espinosa desde El Cairo. En el primer caso, se trata de un buque chino, sin que se hayan podido recabar más datos. En el segando, las autoridades saudíes han confiscado la mercancía del Red Sea Insigne destinada a Irak, en tanto que 140 contenedores dirigidos a Jordania esperan en Yedda.

La palabra maldita

C. M., Hasta ayer, nadie quería en Washington utilizar la palabra rehenes y la lengua de Shakespeare era sometida en los briefings diarios de la Casa Blanca a retorcimientos inauditos. Se hablaba de retenidos, detenidos, internados y restringidos. Cualquier cosa menos la utilización del término rehenes, que trae a la memoria del pueblo norteamericano la angustia de dos presidencias, las de Jimmy Carter y Ronald Reagan, en sus esfuerzos por liberar al personal de Estados Unidos atrapado por los guardias revolucionarios iraníes en Teherán, el primero, y a los prisioneros de las milicias chiíes en Líbano, el segundo.

La veda la levantó el propio presidente Bush en su alocución de ayer ante los excombatientes vivos de la gran guerra, la II Guerra Mundial, Corea y Vietnam, cuando contestó a la decisión de Sadam Husein de utilizar a los extranjeros residentes en Kuwait e Irak como escudos humanos para protegerse de un eventual ataque de EE UU.

La incógnita no desvelada por Bush es saber qué acciones puede adoptar la presidencia norteamericana para liberar a esos rehenes si fallan las acciones diplomáticas emprendidas por las Naciones Unidas y el hombre fuerte iraquí se mantiene en sus trece de utilizar los más de 10.000 occidentales, entre ellos más de 100 españoles, como mercancía humana para conseguir sus objetivos.

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