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Trabajadores de segunda

Los inmigrantes ilegales nutren las arcas de la economía sumergida

Àngels Piñol

Mohamed, marroquí de 24 años, acaba de denunciar a la empresa de construcciones J. Puigdesens, en Vic (Barcelona), a la que acusa de no haber ingresado sus cotizaciones a la Seguridad Social. Sin ese justificante no le renuevan el permiso de residencia. Ahora vive de sus ahorros. Abdelkader, de 31 años, muestra exasperado su cartilla del médico, pero vive sin papeles desde hace 11 años. Los dos magrebíes forman parte de la legión de cerca de 300.000 extranjeros ilegales que, al carecer de los permisos de trabajo y residencia, están condenados a permanecer en la clandestinidad. Sin gozar de los más mínimos derechos laborales, porque jurídicamente no existen.

La mayoría de los trabajadores extranjeros ilegales están destinados a realizar los empleos más denigrante! y a carecer de los más mínimos derechos. Ni Seguridad Social, ni cobertura médica, ni vacaciones, ni paro, y salarios por debajo de lo que estipulan los distintos convenios marco. Todas esas mejoras laborales y sociales pertenecen al mundo de los que poseen DNI. Y de los que tienen pasaporte comunitario.La razón es muy simple: los inmigrantes entran ilegalmente en España huyendo del Tercer Mundo con la esperanza de que aquí van a encontrar el sueldo que su país de origen les niega. Los problemas surgen enseguida: piden una exención de visado, que, en la mayoría de los casos, se les deniega aduciendo que en el sector que pretenden trabajar en España existe paro. Sin ese permiso para vivir legalmente, que concede el Ministerio del Interior, no pueden encontrar empleo. Y después empieza la batalla ante Trabajo: la autorización sólo la conceden si alguien les contrata. Pero ese contrato sólo tendrá validez en el supuesto de que Interior les dé el permiso. 0 sea, papel mojado.

Descanso

Incluso si al final consiguen los papeles, trabajan 10 horas y media al día de lunes a sábado, sin saber lo que es gozar de un largo periodo de descanso y sin poder ir a un médico cuando se rompen una pierna. Afi, de 43 años, cuyos seis hijos viven en Marseille, lleva nueve años viviendo en España y se ríe a car cajada limpia cuando se le pregunta en qué situación laboral se encuentra. %Que qué condiciones tengo? ¡Pues ninguna.!". Alí, mecánico de profesión y sin documentación, despotrica del empresario que le descon taba parte del sueldo para in gresarlo a la Seguridad Social y lo que hizo fue embolsárselo.De acuerdo con un reciente estudio de Cáritas sobre la situación económica de los inmigrantes extranjeros que viven en España, tres cuartas partes de los que proceden del Tercer Mundo (unos 135.000) están ocupados en diversas formas de economía sumergida, representando el 5% del mercado nacional y sólo el 0,3% de la economía oficial. Estos datos contrastan con la posición de Condiciones los inmigrantes de la CE y de otros países industrializados: sólo el 0,4% está inmerso en la economía sumergida.

Si los ciudadanos comunitarios, según el informe, se dedican a prestar sus servicios en multinacionales que canalizan la entrada de capital extranjero en España o en la amplia red de oferta turística, los inmigrantes del Tercer Mundo ocupan empleos menos deseables. En Cataluña, que cuenta con la mayor comunidad de extranjeros, con unos 180.000 personas, los extranjeros trabajan, principalmente, en la construcción, en redes clandestinas del sector textil distribuidas por toda Barcelona y en el campo, según el Centro de Información de Trabajadores Extranjeros (CITE) de Barcelona. En Madrid, sus ocupaciones se centran en la construcción.

Fuentes del Ministerio de Trabajo afirman que su intención es sancionar a los empresarios que utilizan esta mano de obra barata e ilegal. Ejemplo son los expedientes contra la empresa textil Puigneró, en Vic, que contrató a decenas de marroquíes ¡legales, o los expedientes abiertos en julio contra un mínimo de 60 familias de clase alta de Barcelona que contrataron como personal de servicio doméstico a un centenar de filipinos. El importe mínimo de la multa por cada empleado asciende a 500.000 pesetas. CC OO ha optado por denunciar a Trabajo estas situaciones y no hacen más que perjudicar al empleado, cuya situación queda al descubierto y a expensas de ser expulsados.

Condiciones

Fernando de la Oz, portavoz del servicio de inmigración de CC 00 de Madrid, afirmó que todas las condiciones laborales con que se trata a los extranjeros contribuyen a su marginación: los hijos de extranjeros nacidos en España, cuando cumplen 16 años, reciben, en vez de una carta de identidad, un carné de estudiante, que les margina del programa de empleo juvenil. La lista de agravios es más larga: sin derecho a la formación profesional en su primer trabajo y sin opción al salario social. María, de 25 años, es una bióloga argentina que vino hace seis años a España en busca de una beca del Instituto Iberoamericano de Cooperación. Se casó con un español, tuvo dos niñas y sigue sin estar legalizada. Busca ayuda en el CITE: "¿Que cómo estoy? Ahora no tengo más reme dio que trabajar cosiendo y pintando muñequitos de plás tico".

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