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GUERRA EN EL GOLFO

La ONU intenta impedir que Bagdad tome rehenes

Las Naciones Unidas y los Gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido se movilizaron ayer urgentemente ante el peligro de que los ciudadanos de estos dos países en Irak y Kuwait se conviertan en rehenes del régimen de Sadam Husein, que ha ordenado a todos los norteamericanos y británicos concentrarse en hoteles de la capital kuwaití. Washington ha exigido, además, el inmediato esclarecimiento del paradero de sus 35 ciudadanos trasladados a Bagdad después de la invasión.

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El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió ayer para tratar este caso y transmitió su "preocupación y ansiedad" al secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, a quien el Consejo solicitó que tome alguna iniciativa conducente a proteger las vidas de los extranjeros residentes en Irak y Kuwait, según informó en Nueva York el presidente del Consejo de Seguridad, el rumano Aurel Munteanu.El Gobierno norteamericano, por su parte, se ha manifestado insatisfecho con las garantías dadas por las autoridades iraquíes de que los 35 estadounidenses trasladados a Bagdad después de la invasión de Kuwait se encuentran sanos y salvos, y ha exigido, según declaró ayer el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, "una inmediata confirmación de dónde se encuentran los 35, así como acceso a ellos".

En El Cairo, según informa Angeles Espinosa, una delegación de embajadores de la Comunidad Europea solicitó ayer la colaboración de la Liga Árabe para garantizar la seguridad de los ciudadanos extranjeros en Irak y Kuwait. Anteanoche cundió la alarma cuando se supo que el Ejército iraquí había exigido a los ciudadanos británicos y norteamericanos residentes en el emirato que se reunieran en sendos hoteles de la capital. De no obedecer, se les amenazaba con acudir a buscarles a sus casas. Los primeros británicos en llegar al punto de cita no encontraron allí a ningún iraquí, y regresaron a sus hogares.

Comunicaciones cortadas

Con todas las comunicaciones con el exterior cortadas, la radio de algunas embajadas occidentales es el único contacto al mundo. Así pudo saber el Foreign Office británico la extraña convocatoria a que estaban llamados sus nacionales. Una orden similar llegó a la representación diplomática norteamericana. Los estadounidenses debían dirigirse al hotel Kuwait Internacional, justo enfrente de su embajada. Explicación: el deseo de las autoridades militares iraquíes de "proteger a la comunidad norteamericana frente a amenazas indeterminadas". En total, 4.000 británicos y 2.500 ciudadanos norteamericanos residen de forma habitual en Kuwait.

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Temerosas de las posibles represalias, las autoridades de Londres organizaron de inmediato un canal de comunicación con la comunidad británica. Un programa especial de la BBC transmitió la orden iraquí y explicó la postura del Foreign Office. Ante la falta de información sobre el objetivo de la reunión y el temor a un internamiento, se dejó la decisión a la iniciativa de cada cual. "Si decide obedecer, lleve consigo toda su comida y no más de una maleta por persona", indicó la radio durante la dramática emisión.

La mayor confusión envuelve todo cuanto acontece en el Kuwait ocupado. La agencia oficial iraquí, INA, informó ayer de una reducción del toque de queda instaurado tras la invasión, después de haber anunciado poco antes, por error, su reimplantación. Un decreto de la presidencia de la República iraquí redujo ayer cinco horas el toque de queda en la capital de Kuwait y en las ciudades de Nida y Yahra.

Los habitantes de Kuwait, unos 700.000 nacionales y el doble de extranjeros, tienen ahora prohibido salir a la calle entre las 11 de la noche y las seis de la mañana. De todas formas, resulta dudoso que tengan ganas de hacerlo el resto del tiempo.

Según las escasas informaciones que salen del país, los supermercados y almacenes alimenticios han sido totalmente saqueados por los soldados iraquíes, y empieza a ser difícil el abastecimiento.

Este estado de cosas ha llevado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a "desplegar todos los esfuerzos necesarios para establecer una presencia en Kuwait", según informó ayer su delegado para Oriente Próximo, Angelo Gnaedinger. Esta organización humanitaria se ha mostrado interesada por cubrir las necesidades de los miles de personas que se encuentran en el emirato incapaces de comunicarse con sus familiares o bloqueadas tras la invasión, bien por las restricciones o, simplemente, por la carencia de papeles de identidad.

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