Sadam ofrece la paz a Irán para concentrar fuerzas frente a EE UU

Sadam Husein, empeñado en demostrar que utiliza la política tan bien como la fuerza, lanzó ayer una oferta de paz a Irán que le será muy difícil rechazar a la República Islámica, que ya expresó su satisfacción. El presidente iraquí propone lo que siempre ha defendido Teherán, el reconocimiento de la frontera de 1975, que fue el origen de una guerra que costó centenares de miles de vidas. El objetivo está claro: quedarse con las manos libres para hacer frente a la amenaza de EE UU, de sus aliados e incluso de los árabes. Mil quinientos soldados marroquíes y otro contingente sirio, según la agencia France Presse, llegaron ayer a la capital de Arabia Saudí para integrarse en la fuerza panárabe.

Sadam llama ahora "hermano" a uno de sus grandes enemigos, el presidente iraní, Hachemí Rafsanyani, y como muestra de sus buenas intenciones le promete que a partir de mañana se retirará a la frontera internacional, con lo que Teherán podrá recobrar los 2.600 kilómetros cuadrados que había perdido cuando se firmó el alto el fuego -que no paz- en agosto de 1988. El mismo día, Irak está dispuesto a un intercambio de prisioneros: 30.000 iraníes y 70.000 iraquíes, según las cifras de la Cruz Roja. No es de extrañar que la radio iraní y el ministro de Exteriores de Teherán calificasen ayer la propuesta de "paso positivo para los intereses de ambos pueblos".Entretanto, George Bush persevera en su empeño de hacer que el hombre fuerte del régimen iraquí se arrepienta de la invasión, ocupación y anexión de Kuwait. El presidente norteamericano se entrevistará hoy con el rey Hussein de Jordanía y, con toda seguridad, le presionará para que no se salte el embargo a Irak. Como contrapartida está dispuesto a una compensación económica. Si, pese a todo, Hussein se niega, el próximo paso será el cierre por la fuerza de la Armada de EE UU del puerto de Aqaba, en el mar Rojo. Bush lo tiene claro: "Ni una sola gota de petróleo saldrá de Irak".

La frontera terrestre entre Jordania e Irak es un auténtico coladero por el que entra y sale toda clase de productos, según pudo comprobar la enviada especial de EL PAÍS, Georgina Higueras. Ésa es también la única salida para miles de extranjeros (casi todos árabes) que estos días huyen masivamente tanto de Irak como de Kuwait.

En el frente económico de la crisis, ayer se produjo una sorpresa positiva en la Bolsa de Tokio, que subió más de 1.400 yenes (más de un 5%), tras varios días de comportamiento errático pero claramente bajista- También Francfort y Londres experimentaron fuertes aumentos. Wall Street sólo subió 0,5 puntos y el dólar se situaba frente al marco en su nivel más bajo de la historia.

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