Viviendo con el riesgo

Los pescadores ondarreses no hacen ascos, al menos en teoría, a una reconversión del sector "si así lo estiman necesario los biólogos y los técnicos, porque nosotros no podemos estar en contra de lo que es bueno para el mar que nos da de corner". Pero "lo que no puede ser", en palabras del presidente de la Asociación de Armadores de Ondárroa, José Ramón Aranzamendi, "es que la Administración haga unas leyes que yo, si quiero vivir, tengo necesariamente que saltarme".

En Ondárroa todo el mundo conoce las frecuentes irregularidades. Muchos barcos salen a faenar sin licencia al golfo de Vizcaya dos y tres mareas por cada una que navegan con el permiso en regia. Se acepta con la mayor naturalidad porque casi todo el mundo coincide en que no hay otra salida. Para sobrevivir y mantener los puestos de trabajo hay que aguantar hasta el 2003 y llegar al ansiado final del sistema de licencias.Oficialmente nadie reconoce la pesca sin licencia, la picaresca surgida en torno a los permisos 0 los variados métodos para evitar o combatir, si llega el caso, a las patrulleras francesas. Cuando aumenta la confianza, en cambio, las anécdotas acerca de cualquiera de estos tres hechos salpican la conversación. Algunos las relatan entre divertidos y orgullosos.Para muchos, los tripulantes del pesquero Monte Alen, que protagonizó un enfrentamiento esta semana con una patrullera de la Armada francesa en el Golfo de Vizcaya, son héroes que no hacen sino defender derechos ancestrales. Otros no ocultan la preocupación porque la ligereza de hoy pueda convertirse en la tragedia de mañana.

Pérdida de visión

Esa tragedia se ha convertido ya en realidad para uno de los tripulantes del Monte Alen. Francisco Álvarez, que fue alcanzado en la cara por los perdigones disparados desde las patrulieras francesas, se ha quedado ciego. Álvarez había sido evacuado en helicóptero desde alta mar a la localidad francesa de Poitiers, donde fue ingresado en un hospital.

Al principio perdió la visión del ojo derecho, al quedarse alojado un perdigón en el nervio óptico. Otro proyectil le perforó el globo ocular izquierdo, pero se esperaba que pudiera salvar la vista. Hoy las esperanzas están perdidas.

El Monte Alen era multirreincidente en la pesca sin licencia. Su comandante, Isidro Lasarte Garralde, está detenido en Francia. "El enfrentamiento del martes debe servir para reflexionar en serio porque las cosas no pueden quedar como están", afirmaba el director de Pesca del Gobierno vasco, Miguel Muruaga.

El Gobierno autonómico reclama su participación en los planes bimensuales de pesca que presenta la Administración central a Bruselas.

Los pescadores, mientras, se sienten desamparados. Tal y como afirmaba un portavoz de la Asociación de Armadores: "La semana que viene tendremos que volver a pescar en las mismas aguas, así que más vale no revolver más las cosas".