Aviación frente a veteranos
El despliegue militar norteamericano en la zona del golfo Pérsico responde a las intenciones "puramente defensivas" y de apoyo a la independencia de Arabla Saudí explicadas por el presidente George Bush en su discurso de ayer a la nación, en el que anunció el envío de tropas y aviones de combate para impedir un ataque iraquí contra el reino wahabita.Analistas militares han manifestado que Estados Unidos, caso de producirse un conflicto abierto con Irak, tendrá que confiar en su superioridad aérea para intentar detener un avance iraquí en territorio saudí. Según estos analistas, las fuerzas norteamericanas no podrárr emprender ninguna acción ofensiva contra las tropas de Sadam Husein hasta que el Pentágono pueda desplegar las divisiones mecanízadas necesarias para hacer frente a los 100.000 veteranos de la guerra Irán-Irak que Bagdad ha colocado en Kuwalt.
Tropas
El Pentágono no ha revelado el número exacto de efectivos enviados al Golfo. Pero, según estimaciones de la prensa norteamericana, el número de tropas de tierra y marines par-, ticipantes en la operación oscila entre 6.000 y 15.000 hombres, una cantidad exigua para hacer frente a las unidades acorazadas iraquíes desplegadas en la zona.
La primera unidad enviada por Bush está compuesta por 2.400 hombres de la 82 División Aerotransportada creada para llevar a cabo intervenciones relámpago. Según fuentes militares, el Pentágono tiene intención de enviar por mar una brigada.de paracaidistas de la 24 División de infantería mecanizada, pertrechada con tanques y vehículos blindados ligeros, y un numero no especificado de hombres de la 101 División de paracadistas, especializados en el asalto a posiciones. Todas estas fuerzas están adiestradas para la guerra en terrenos de características parecidas a Arabia Saudí, y realizan sus maniobras en el desierto californiano de Mojave.
Ante estas reducidas fuerzas de tierra, que serán reforzadas por destacamentos de marines a bordo de las unidades navales, el Pentágono confía en el poder disuasorio de su fuerza aérea. El mando militar norteamericano ha decid'do el envío de dos escuadrones de cazas-interceptores F-15, con un total de 48 aparatos, a las bases saudíes para reforzar las defensas aéreas del reino árabe, que se unirán a los 176 que componen la aviación saudí. A estos aviones hay que añadir 36 cazabombarderos F-111 enviados a Turquía desde el Reino Unido, los cazas a bordo de los portaviones Indepence, Eisenhower y Saratoga y un número no determinado de superbombarderos de largo alcance B52 estacionados en la isla de Diego García, en el Indico.
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