Grave preocupación en Japón por temor al encarecimiento del petróleo

El Gobierno y los dirigentes empresariales japoneses manifestaron ayer su preocupación por las repercusiones negativas que las sanciones contra Irak pueden acarrear para la economía nipona. Japón embargó el domingo pasado las importaciones de petróleo procedentes de Irak y Kuwait, prohibió el comercio con es tos países y suprimió toda ayuda económica a Bagdad. Círculos empresariales temen que las sanciones retrasen el pago de la deuda de Irak con Japón, cifrada en 700.000 millones de yenes, unos 4.670 millones de dólares, equivalente a 450.000 millones de pesetas. "Estas sanciones son un duro golpe para nosotros que se traducirán en un crudo más caro y un retraso en el pago de la deuda; la decisión del Gobierno es Importante pero ahora veremos quién nos compensará nuestras pérdidas", dijo un alto cargo de una firma industrial con intereses en Irak.Desestabilización

Por su parte, el ministro de Industria y Comercio, Kabun Muto, que según los analistas se opuso a las sanciones, señaló que si las medidas contra el régimen de Husein se prolongan, se desestabilizará el mercado de crudos y se verá afectado el nivel de vida de los japoneses, así como las actividades económicas del país.

El embargo de la importación de crudo de Irak y Kuwait, que significaba el 12% de sus importaciones totales, obligará a Japón a buscar otras fuentes de aprovisionamiento. Según las autoridades económicas, Japón importa el 99% del petróleo que consume. A Kuwait le compró, el pasado año, el 4,6% del total y a Irak, el 6%. La preocupación del Gobierno se acentúa al contar con reservas para sólo 142 días.

Fuentes de Nikko, una de las cuatro grandes compañías de Bolsa del Japón, afirmaron que no se puede hacer nada hasta que haya soluciones a los problemas de Oriente Medio. A su juicio, en el mejor de los casos los precios alcistas del petróleo dañarán el mercado mientras que si la tensión sigue, el índice Nikkei caerá por debajo de los 28.000 puntos. Analistas internacionales han vuelto a recordar a las autoridades niponas la excesiva dependencia energética de este país del exterior.