El gobernador civil de Tarragona reconoce que no se analizaron los gases de la nube tóxica

El gobernador civil de Tarragona, Ramón Sánchez, admitió ayer que ni los técnicos de Protección Civil ni la Guardia Civil pudieron tomar muestras de la nube tóxica que causó el sábado trastornos flisicos a centenares de bañistas que se encontraban en las playas de las localidades de Calafell y Roda de Berá (Tarragona) y cuyo origen está aún por determinar. Los afectados tuvieron que ser atendidos en puestos de la Cruz,Reja y en Centros de Asistencia Primaria (CAP), aquejados de irritaciones oculares y nasales, vómitos y náuseas.Sánchez ha abierto una investigación para exigir responsabilidades a los causantes de la emisión de la nube tóxica, aunque se mostró poco esperanzado de obtener resultados positivos. El gobernador justificó el no haber podido recoger muestras de la nube porque la fuga tóxica se prolongó durante poco tiempo. Protección Civil fue avisada de la emanación, que se produjo entre las 12 y las 14 horas, por los mismos turistas y por los alcaldes de las poblaciones afectadas por el escape.

El gobernador reconoció también, en declaraciones a la emisora Catalunya Rádio, que no se sabe a ciencia cierta cuál fue la naturaleza del fenómeno y que sólo tenían conocimiento de los efectos provocados por la emanación.

El Gobierno Civil difundió a última hora del sábado un comunicado en el que se apuntaba como eje central de la investigación la fuga que podía haber sufrido un petrolero de la compañía Repsol cuando se encontraba fondeado a unas 20 millas de Torredembarra, población situada unos 10 kilómetros de Tarragona. Los operarios del buque habían ventilado sus cisternas con el fin de limpiarlas antes de cargar gas butano procedente de la refinería que la empresa tiene en la localidad de La Pobla de Mafumet, situada a 14 kilómetros de la costa.

El barco no incurrió en irregularidad alguna al limpiar las cisternas a unas 20 millas de la orilla, ya que la distancia minima que exige la normativa para airear depósitos es de tres millas. Fuentes de la Comandancia de Marina de Tarragona descartaron ayer que el buque fuera el causante de la emisión de gases, ya que se encontraba a una distancia segura de la costa.