Los inversores temen una recesión en EE UU

La bolsa de Nueva York recuperó al cierre casi 70 puntos, tras anunciarse la disposición iraquí a retirar sus tropas de Kuwait. Después de haber llegado a caer 123,51 puntos, cerró con 54,95 por debajo, situándose el índice en 2.809,65 puntos. La fuerte caída a media sesión se debió a la publicación de los datos de empleo, acentuando el temor de los inversores respecto a una posible recesión y al incremento del precio de los crudos como consecuencia de las tensiones en el Golfo Pérsico.

Según el departamento de Trabajo, durante el mes de julio se perdieron 57.000 empleos, frente a la creación de 166.000 el mes anterior y 121.000 anticipados por los analistas. Asimismo, la tasa de paro aumentó tres décimas, hasta el 5,5%.

Los datos alarmaron a los inversores, ya que implican una gran debilidad de la economía en un momento en que la inflación no sólo es más alta de lo deseable, sino que incluso podría aumentar a raíz de los acontecimientos en Oriente Medio. En opinión de los analistas, los datos publicados justificarían un recorte de los tipos por parte de la Reserva Federal. Sin embargo su presidente, Alan Greenspan, decidirá probablemente esperar algún tiempo y evaluar los efectos del incremento del precio de los crudos.

En este contexto, la Bolsa de Nueva York cotizó fuertemente a la baja, cayendo el índice Dow Jones a media sesión 65 puntos, para situarse justo en el nivel de soporte 2.800. Desde el punto de vista técnico, el Dow Jones podría caer, en caso de perderse dicho nivel, hasta la línea 2.700.

Las bolsas europeas descendieron fuertemente por segundo día consecutivo, destacando Amsterdam, cuyo índice CBS cayó un 2,7%. París cayó un 2,5% tras ceder el jueves un 2,1%.