Invitan los porteros

Noche del 18 de julio en la Muralla Árabe: concierto de Ray Lema y Gilberto Gil. Llego a las 10.40, pero, desafortunadamente, no quedan localidades. Rondo unos minutos por los aledaños de la entrada hasta que veo a un colega de la organización a quien le basta captar mi guiño para dejarme entrar. ¡Qué fácil y qué barato! Afuera, mientras, más de 100 personas sin entrada se resignan a perderse el concierto.Sin embargo, poco a poco, los encargados de controlar el acceso van dejando pasar a otros colegas, amigotes, conocidos y demás personal. En menos de una hora hemos entrado más de 70 personas sin ningún tipo de pase del Ayuntamiento, carné de prensa o, por supuesto, entrada; simplemente, por la cara.

Mientras, en las puertas de acceso, un ballenato con bigote y un barbudo prepotente, encargados del control de entradas, amenazan e insultan a un pobre iluso a quien se le ha ocurrido protestar por lo que él cree una injusticia: que no se vendan entradas por falta de aforo, pero que, en cambio, los porteros ejerzan su particular invitación.

Yo me voy a ver el concierto. Mañana volveré a la Muralla Árabe e iré directamente a la puerta a que me pase el colega. ¡Es gratis! Paga el Ayuntamiento de Madrid, invitan los porteros y se joden los ilusos. Madrid, un 18 de J ullo de 19... - .