Muere Jean-Marie Benoist, uno de los 'nuevos filósofos'

El filósofo francés Jean-Marie Benoist, autor de Marx ha muerto, Pavana -para una Europa difunta y Los instrumentos de la libertad, murió el miércoles pasado en la localidad de Meseve, Alta Saboya, a consecuencia de un cáncer, según dijeron ayer fuentes de su familia, informa France Presse. Jean-Marie Benoist tenía 48 años, había sido profesor de filosofía en el Liceo Francés de Londres, y en la actualidad era miembro del Collége de France.Catalogado como uno de los nuevos filósofos, fue candidato en las filas giscardianas en las elecciones legislativas de 1978. Fue autor igualmente de Tiranía del logos (1975) y La revolución estructural ( 1975).

En Pavana por una Europa difunta (1976), uno de sus libros más conocidos, Benoist opuso, frente al espíritu tecnocrático, el espíritu del Barroco, idea posteriormente recogida por otros autores. Según explicaba el autor entonces, la intención de su libro era "reafirmar la importancia de la cultura ante el proyecto europeo hecho por los tecnócratas, que han concebido el continente solamente sobre una base económica".

Amigo personal de Valéry Giscard D'Estaing, Benoist, que además de profesor en el Liceo Francés de Londres fue agregado cultural francés en el Reino Unido, escribió en 1970 Karl Marx ha muerto.Aunque en un primer momento se reconoció dentro del grupo de los nuevos filósofos, luego se reclamó primer disidente de este grupo porque, decía, "los Henri Lévy [uno de los más caracterizados miembros] y demás aún votan por la izquierda y no se han atrevido a matar al padre".

En marzo de 1978 se presentó como candidato giscardiano en una circunscripción de la periferia parisiense contra el líder comunista Georges Marcháis, pero no obtuvo el 12,5% de los votos, necesarios para competir en la segunda ronda.

"Los eurócratas no han evolucionado en treinta años", dijo Benoist a El PAÍS en 1977. "Piensan en una comunidad limitada a la economía, a los medios, sin preocuparse de los fines, fascinados por modelos supranacionales.

Cuando abogan por una integración fuerte y la someten a la división,del mundo en las dos hegemonías, quisieran construir un poder centralizado que significaría la disolución de las culturas nacionales y regionales. Yo digo que Europa es rica por sus diferencias, que tiene que rescatar su memoria y su pasado para inventar nuevos modelos sociales y económicos y no dejarse fascinar por los viejos tecnócratas".