Tercer motín en prisiones de Barcelona por la deficiente asistencia sanitaria

Las prisiones catalanas, cuya gestión es competencia de la Generalitat, viven momentos de tensión como consecuencia de las protestas generalizadas de los reclusos en contra de la deficiente asistencia sanitaria que reciben.En la tarde de ayer, horas después de que la policía, requerida por el consejero de Justicia Agustí Bassols, sofocara el motín de casi 300 reclusas en la prisión de Wad Ras, en Barcelona unos 70 internos de la cárcel de La Roca, en la misma provincia, iniciaron un plante y se negarona entrar en sus celdas. Los reclusos depusieron su actitud horas después. Era, pese a todo, el tercer motín que vivía una prisión barcelonesa en menos de una semana, desde que cinco internos de la Modelo, enfermos terminales de sida, se encaramaran el día 21 al tejado del centro penitenciario para exigir su traslado a un hospital.

El motín de Wad Ras era también en protesta por la muerte de una interna que permaneció nueve días en su celda con fiebres altas. Los servicios médicos de la cárcel le diagnosticaron amigdalitis.

Bassols aseguró ayer que el motín de Wad Ras fue atajado sin violencia, opinión que contrasta con el hecho de que la policía empleara gases y que las internas denunciaran que varias reclusas embarazadas fueron golpeadas.

El director de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Ignasi García Clavel, dijo ayer que los tres motines de las cárceles barcelonesas en una semana han sido "cuatro cositas de nada".

Páginas 17 y 1 a 3 de Domingo