Gorbachov teme un retroceso político en la URSS similar al de China

El presidente de la URSS, Mijaíl Gorhachov, está preocupado por la resistencia de gran parte de los soviéticos a la introducción de la economía de mercado y teme que los acontecimientos puedan llevar a un retroceso como en China. El líder soviético expuso estos temores en una reunión de seis horas mantenida con un amplio grupo de economistas e intelectuales radicales.

Gorbachov convocó por primera vez a expertos que antes eran objeto de sus críticas y les exhortó a la unidad y la colaboración. Los radicales, por su parte, le dijeron que sus reformas no podían seguir adelante con un Gobierno encabezado por Nikolái Rizhkov, según manisfestó ayer a este periódico Larisa Piyásheva, una de los asistentes a la reunión."El tiempo político de Rizhkov ha terminado". dijo a Gorbachov el politólogo Igor Kllamkin, "y hay que pedirle la renuncia o usted continuará perdiendo la corifianza del pueblo". Esta idea estuvo presente en las intervenciones de los radicales. Incluso si el Gabinete de Rizhkov elabora un buen programa, no contará con el apoyo de la población, pues está totalmente desacreditado, según mantuvieron Kliamkin y Piyásheva.

Huelga minera

El líder soviético también está preocupado por la posible huelga política de los mineros en agosto. El 11 de julio, cuando los obreros paralizaron los pozos durante 24 horas, dieron un plazo de un mes para que renunciara el actual Gobierno. Si esa destitución no se producía, convocarían una nueva huelga.

Gorbachov quería tantear, según Piyásheva, hasta qué punto es real el apoyo de los radicales encuadrados en el bloque Rusia Democrática y de Borís Yeltsin a las demandas de los mineros.

El presidente del Parlamento ruso, Borís Yeltsin, había pedido con anterioridad a los obreros que le dieran dos años de plazo para llevar a la práctica el programa de reformas y no hicieran huelgas en este periodo. Alexandr Bocharov, que encabeza el recientemente creado Consejo Superior de Economía de Rusia, viajó el jueves, el mismo día en que Gorbachov se reunía con los radicales, a la cuenca carbonífena de Kuznetsk (Kuzbás), donde seguramente tocará este tema.

También preocupa a Gorbachov "la tendencia de Rusia a separarse del centro y comenzar una reforma económica radical porsu cuenta", según dijo Piyásheva. Si la Federación Rusa, con Yeltsin a la cabeza, empieza semejante reforma, entonces el programa del Gobierno central quedaría "en el aire".

', El periodo de la perestroika como idea democratizadora de socialismo manteniendo sus principios de economía dirigida ha terminado, le dije a Gorbachov", señaló la economista, para quien debe comenzar ahora una nueva etapa basada en tres pilares: la reforma bancaria, la reforma agraria y la privatización.

El presidente quisiera que los economistas radicales colaboraran y se llegara a un compromiso que diera como fruto la elaboración de un nuevo programa, de gobierno. Pero Plyásheva considera muy dificil, si no imposible, conjugar las posiciones de los radicales con las de los economistas encargados de la reforma. La única posibilidad sería si se situara como punto prioritario de ese programa la reforma de la propiedad, concretamente la privatización de la tierra.El tono de la reunión fue una sorpresa para los propios participantes, que creían que el presidente les haría un llamamiento para que "mostrasen moderación". Gorbachov no hizo nada parecido, sino que les tendió la mano y les invitó a un diálogo para un nuevo programa.