Mestizaje por montera
El zaireño Ray Lema y el brasileño Gilberto Gil se han decantado por la opción de utilizar sin complejos todos los recursos de la tecnología actual, aplicándolos a las formas musicales que les han visto crecer y asumiendo con orgullo la negritud. Hace ya tiempo que Gilberto Gil respondió a los que le reprochaban haber modernizado su música en detrimento de la pureza, que el subdesarrollo no era una característica esencial de lo brasileño. Lo mismo podría haber dicho Lema a propósito de lo zaireño.Tras presentar a sus músicos, Ray Lema, que permaneció estático ante su teclado, se introdujo en los meandros de Kamulang, una canción con un ropaje moderno sobre un ritmo hipnótico, circular, envolvente, en la mejor tradición de la más ancestral música africana. Donde tantos otros aspirantes al sincretismo sonoro se han empantanado lamentablemente, él logra salir airoso. Los compromisos horarios contraídos por el Rincón del Trópico, obligaron a Gilberto Gil a ofrecer una versión mutilada de su repertorio habitual. Algo que contradice el propio espíritu de estas veladas porque si en algo no suelen tener prisa bajo los trópicos es por dejar de escuchar música y bailar. Pese a destapar el tarro de las esencias rítmicas de Bahía con su irresistible mezcla de afoxé, reggae y funk, Gilberto Gil tuvo que conformarse en el último concierto de su gira europea con un escuálido esbozo de lo que podría haber sido una noche inolvidable.Joâo Bosco, dio una lección magistral sobre cómo sacar el máximo partido a la materia prima de un cantautor: voz, guitarra y canciones. Realizó sugerentes adaptaciones de temas como Desafinado o Round midnight, se acercó con respeto y emoción a Andalucía con Das dores de oratorios, y se marcó un par de popurrís de clásicos brasileños, en los que sus vocalizaciones onomatopéyicas encandilaron al público. Como ya hicieran el día anterior Ray Lema y Gilberto Gil, Bosco y Papa Wemba compartieron el escenario durante un corto espacio de tiempo. Elegantemente vestido, Papa Wemba cerró la fiesta tropical con una serie de desenfrenadas y bailables rumbas zaireñas, producto también de mil y un mestizajes musicales.
Ray Lema y Gilberto Gil
Joâo Bosco y Papa Wemba. La Muralla Árabe. Madrid, 18 y 19 de julio.
Babelia
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