El policía Billy el Niño fue intermediario de los confidentes de Ballesteros
El comisario Manuel Ballesteros facilitó en su declaración del pasado 13 de julio al juez Luis Tovar el nombre del ex policía Antonio González Pacheco, Billy el Niño, como el del funcionario que actuaba de intermediario entre la policía española y los tres confidentes, de nacionalidad francesa, contratados para efectuar labores de información sobre un comando de ETA instalado en el suroeste francés. González Pacheco, según fuentes jurídicas relacionadas con el caso, podría ser citado a declarar en las próximas fechas
El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de San Sebastián, Luis Tovar, pediría que facilite los nombres de los tres confidentes policiales que, el 23 de noviembre de 1980, entraron Ilegalmente en España, minutos después del atentado terrorista que costó la vida a tres personas y heridas a otras nueve en el bar Hendayais, frecuentado por refugiados vascos, de la localidad francesa de Hendaya, a menos de un kilómetro de la frontera entre España y Francia.Billy el Niño, ayudante de Manuel Ballesteros en 1980, cuando éste era jefe del Mando único de la Lucha Contraterrorista (MULC), era, además, la persona encargada de pagar mensualmente 500.000 pesetas al grupo de confidentes para que siguiera realizando su trabajo. Los informadores cobraban, según Ballesteros, con cargo a los presupuestos del Ministerio del Interior. Un dinero que, en su opinión, ha evitado un importante número de atentados y muertos. El comisario Manuel Ballesteros ha afirmado desconocer la identidad de los confidentes, asegurando que tan sólo sabía la clave por la que se identificaban éstos.
Los ocupantes del vehículo R-18, con matrícula falsa y sin documentación, que se saltaron los controles policiales del puesto fronterizo de Santiago, en Irún, el 23 de noviembre de 1980, minutos después del atentado contra el bar Hendayais, se entregaron a la Policía y pidieron llamar por teléfono.
Uno de los confidentes, que se identificó como Michel, marcó el número del policía Antonio González Pacheco, Billy el Niño, y por orden del comisario Manuel Ballesteros los tres informadores quedaron en libertad. Esta acción motivó una fuerte polémica entre los Gobiernos francés y español.
Manuel Ballesteros, licenciado en derecho, era en 1975 el comisario más joven de España, y tenía la medalla de oro al Mérito Policial, máxima condecoración que otorga este cuerpo.
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