Primer tren de dos pisos para cercanías

Desde la semana pasada, algunos de los viajeros del ferrocarril de cercanías de los trayectos Guadalajara-Atocha y Chamartín-El Escorial están utilizando el primer tren de dos pisos. La unidad, compuesta de una locomotora y cinco coches, tiene capacidad para 980 personas sentadas y forma parte de un pedido de 60 unidades realizado por Renfe a la multinacional francesa GEC Alsthom, por un presupuesto total de 6.509 millones de pesetas. Si se cumplen las previsiones de Renfe, estarán a pleno funcionamiento en el verano del próximo año.

Aunque las pruebas del nuevo tren han terminado oficialmente con su puesta en funcionamiento el lunes, en realidad, y según aseguró a este periódico un técnico de Aplicaciones Técnicas Industriales, SA (Ateinsa), empresa que se ocupa de la puesta a punto de estas unidades, "el nuevo tren es un prototipo que se halla aún en fase de pruebas".Hasta que, el año que viene, se acople a cada convoy un coche motriz, que también desarrollará la misma empresa francesa, su velocidad no es mayor que la de los trenes de cercanías normales. Además, el sistema de tracción es algo complicado: la locomotora empuja el convoy desde la cola, mientras que desde una cabina situada en cabeza se realizan las operaciones de mando.

Una vez que Renfe disponga de las 60 unidades del pedido, que se irán entregando, según los plazos previstos, a un ritmo de cinco al mes, éstas se destinarán a cubrir, en primer lugar, los trayectos de cercanías de Madrid y Barcelona. Además, según fuentes de Renfe, los nuevos coches podrán atender las cercanías de otras ciudades, "según la demanda y el número de viajeros de cada una de ellas".

Los nuevos coches disponen de aire acondicionado y megafonía interior, que permite su utilización tanto para la audición de música ambiental como para facilitar información a los usuarios sobre horarios e incidencias.

Lujosos y dotados de una gran luminosidad, la falta de confort y dureza de sus asientos viene motivada, en opinión del interventor de ruta, "para evitar su deterioro, ya que determinados viajeros carecen de educación y civismo y son propensos al vandalismo". A esta incomodidad se une, en palabras de varios usuarios, "la excesiva estrechez" del pasillo que separa las dos zonas de asientos en cada coche. Así, quienes recorren el pasillo cuando el ferrocarril está en marcha tropiezan inevitablemente con las cabezas de los viajeros sentados a ambos lados del corredor.

A pesar de que portavoces de Renfe aseguraron que el lunes pasado entraron en funcionamiento cinco unidades de estos nuevos trenes, el citado técnico de Ateinsa afirma que "a finales de julio o principios de agosto saldrá la segunda unidad, que se destinará a esta u otra línea, según las necesidades de Renfe". El interventor del tren corrobora que "sólo está en funcionamiento éste, que es el primero", antes de añadir, muy seguro, que "el segundo irá a Cataluña".

Renfe estima que cuando estos coches se encuentren, en otoño, a pleno rendimiento, los nuevos trenes "facilitarán un aumento del 250% en el número de plazas disponibles en las horas punta, de seis a nueve de la mañana y de la tarde". Esto será posible, además, porque las unidades de dos pisos tendrán la misma frecuencia horaria que el resto de trenes de las líneas a cubrir.

Aumento de plazas del 250%

Según fuentes de la empresa, la llegada de los vagones dobles "es el resultado de las previsiones de Renfe sobre el aumento de la demanda en 1987 y nada tiene que ver con el desarrollo del denominado plan Felipe". La misma fuente precisó que el crecimiento de la demanda, que el año pasado se duplicó, ha desbordado todas las previsiones.

La puesta en marcha de los nuevos coches se inscribe en la estrategia del plan de cercanías de Renfe, que supone "la actuación en infraestructura básica. Estos trenes de dos pisos complementan las 100 unidades que entraron en funcionamiento en noviembre de 1989".