Barcos franceses e italianos preparan la evacuación masiva de albaneses
Dos barcos civiles italianos -Apia y Espresso Grecia- y uno francés llegarán hoy al puerto albanés de Durres para evacuar a más de 4.500 albaneses, refugiados en las embajadas en Tirana de la República Federal de Alemania, de Italia y de Francia. Posiblemente esta misma noche saldrán los primeros barcos de esta operación internacional de evacuación con rumbo hacia el puerto italiano de Brindisi. El resto lo hará el viernes con el mismo destino.
Tras 10 días de titubeos, el Gobierno de Ramis Alia, incapaz de ocultar la mayor muestra de descontento registrada en el país comunista, expresada libremente por más de 6.000 personas refugiadas en las embajadas extranjeras en Tirana, decidió dar luz verde para la evacuación, tras largas negociaciones con los embajadores de la Comunidad Europea y el enviado especial de las Naciones Unidas, Stephan di Mistura.El Gobierno italiano, encargado de coordinar la operación de transporte de los albaneses, tiene previsto que los barcos italianos evacúen a los refugiados en las embajadas de la RFA e Italia mientras que el barco francés se ocupará de los que entraron en su sede diplomática. El resto, que permanece en las embajadas de Grecia, Hungría, Yugoslavia, Polonia y Turquía, entre otras, será transportada al exterior mediante un puente aéreo.
El Gobierno alemán occidental, satisfecho ante la voluntad de los dirigentes albaneses de poner fin a la crisis de los refugiados, planea enviar un tren especial a Bríndisi, puerto adriático en Puglia, donde las naves italianas transportarán a los primeros 2.000 refugiados destinados a la RFA. Otros 800 exiliados quedarán en los campos de refugiados en Italia. El barco francés, por su parte, navegará directamente a Francia, con las personas refugiadas en su sede diplomática en Tirana.
El transporte de miles de personas de Tirana a Durres, a unos 35 kilómetros de distancia, tampoco será fácil. Albania posee poquísimos autobuses interurbanos, todos en pésimas condiciones y sujetos a permanentes averías, de manera que sería necesario utilizar ferrocarriles. Más aún, es imprevisible la reacción de la población albanesa, una vez iniciado el convoy en Tirana, así que por el momento la hora de la salida se mantiene en absoluto silencio. Debido a la naturaleza de la operación, un fuerte despliegue militar y policial sería necesario para custodiar a los que abordarán las naves hacia occidente.
La RFA prometió, por motivos humanitarios, acoger a aquellas personas que expresaran su deseo de quedarse en este país; Suiza anunció que estudiaría las solicitudes hechas a su sede diplomática. Las autoridades australianas, por su parte, aseguraron que se solo disponen de la información suministrada por las agencias de noticias internacionales sobre centenares de solicitudes de inmigración en su territorio por parte de albaneses.
Hace tan solo un año, el Gobierno de la RFA amenazó con introducir la obligatoriedad de visados para la entrada en su territorio de los ciudadanos yugoslavos, a causa del creciente número de peticiones de asilo político que presentaban en ese país.
Mientras la opinión pública internacional espera conocer el desenlace final de esta primera gran crisis de refugiados en el país más aislado de Europa y último reducto del estalinismo la televisión albanesa informa mínimamente sobre estos ciudadanos a los que califica de "poco patriotas y poco honestos" quienes escogieron abandonar el país de las águilas.
Los siete albaneses que huyeron el lunes a Italia a bordo de una lancha motora no han solicitado aún asilo político.
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