Huelga política en las minas de carbón
Los trabajadores de la mayoría de las minas de carbón soviéticas no trabajaron ayer, a pesar de que Mijaíl Gorbachov dijera en el 28º Congreso del PCUS que los organizadores del paro político de 24 horas habían fracasado y tratara de minimizar la importancia de la protesta."No se puede hablar de huelga general", dijo Gorbachov en un duelo verbal con el dirigente de Plataforma Democrática VIadímir Lisenko, quien propuso al Congreso apoyar la demanda de los mineros y pidió que se votara el cese del Gobierno encabezado por Nikolái Rizhkov. "La gente ha respondido a nuestro llamamiento y comprende que el país vive una época difícil. Encontramos más comprensión en los mineros que aquí en el Congreso entre quienes, como el camarada Lisenko, quieren echar leña al fuego".
Las noticias desde las zonas carboníferas, sin embargo, reflejan que la huelga de los mineros ha paralizado por 24 horas más de 200 empresas. La particularidad de este paro es su carácter netamente político, ya que no se presenta ninguna demanda económica.
El dirigente minero Ravil Vajítov declaró a este periódico desde Novokuznetsk que, además de la renuncia inmediata del Gabinete encabezado por Rizhkov, los mineros exigen la firma de un nuevo tratado entre las repúblicas federadas de la URSS; la nacionalización de los bienes del PCUS y los sindicatos oficiales; la expulsión de los comités del PCUS de las empresas; la despolitización del Ejército, el KGB, la policía, los tribunales, la fiscalía, los medios de comunicación de masas y del sistema de educación; una reforma constitucional que tenga en cuenta las leyes fundamentales de las repúblicas federadas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y una ley antimonopolio".
En Kuzbás, Donbás y Vorkutá, regiones que producen más del 80% del carbón soviético, la huelga afectó a cientos de miles de personas. Otras minas han declarado huelgas de dos y ocho horas. "Se trata de demostrar que representamos una fuerza que no permitirá a los generales como Makashov dictar su voluntad", dijo Yuri Bóldarev, el líder obrero de Donetsk.
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