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Italia 90

Dispositivo de seguridad en Argentina ante la final

Unos preparan los ajos y las comidas que traen suerte; el presidente Carlos Menem repetirá el traje y la corbata con que vio los últimos partidos; algunas tiendas ya tienen en los escaparates, para la venta, camisetas con la inscripción "Argentina, campeón del mundo 1990" y la policía prepara un enorme operativo de seguridad para prevenir la repetición de incidentes como los que siguieron al encuentro con Italia el martes pasado.

Argentina vive una explosión de chovinismo ante la final del Mundial. Desde los medios informativos, sobre todo audiovisuales, se excitan sentimientos nacionalistas y convierten al país en víctima de toda clase de ataques e insidias del extranjero. "No nos quieren" es la frase que podría resumir la tónica de los comentarios sobre toda clase de afrentas y perrerías que sufren los chicos de Bilardo en Italia.La cadena estatal de televisión Argentina Televisora Color (ATC), que tiene la exclusiva del Mundial, no se ha conformado con ofrecer una lamentable exhibición de falta de recursos técnicos y periodísticos, sino que se ha sumado a la orgía chovinista. Al concluir el partido contra Italia, los comentaristas en el estudio de Buenos Aires, en vez de la entrevista en vivo con el pasar . seleccionador Carlos Bilardo, se pusieron a gritar como en trance, en vivo y en directo, "¡Ar-gen-tina, Ar-gen-ti-na!".

Al menos parece que ha quedado desechada una idea que circuló días atrás, y la selección no participará en el desfile militar de mañana, fiesta nacional del 9 de julio, fecha en que se conmemora la independencia de Argentina. Menem ha dispuesto para ese día un desfile militar, que considera como un símbolo de la reconciliación del país con unas Fuerzas Armadas que torturaron y asesinaron durante una dictadura de siete años y llevaron a Argentina al desastre de la guerra de las Malvinas. Algunos futbolistas no veían con buenos ojos lo que presentaba todas las trazas de una utilización política de los triunfos conseguidos en Italia.

Carlos Menem se mantuvo firme y no acude a Italia, en donde estará su hermano Eduardo, el presidente del Senado. El presidente: repetirá sus cábalas de ver el partido en la Casa Rosada con la misma ropa y los mismos acompañantes.

Aparte de confiar en la buena suerte, la policía no quiere dejar nada en esta ocasión a la improvisación y ha puesto en marcha un operativo para evitar incidentes como los que siguieron al triunfo contra Italia. Aquel día, los daños causados en los trenes de cercanías, en los que las hordas se acercaban a la capital, llegaron a 30 millones de pesetas. La movilización policial prevista para controlar el microcentro de Buenos Aires será de 3.500 efectivos y quedarán cortadas al tráfico las calles céntricas.

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