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La OTAN ofrecerá a Moscú la reducción mutua de armas atómicas de corto alcance

ENVIADOS ESPECIALESLa OTAN ofrecerá a la URSS la apertura de negociaciones para reducir las armas nucleares de corto alcance instaladas en Europa e institucionalizar el papel de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) como futuro foro paneuropeo de discusión de conflictos y de cooperación política y económica.

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Junto al nuevo papel político de la Alianza Atlántica y a la declaración de no agresión al Pacto de Varsovia, éstas serán las principales ofertas para adaptarse a los cambios producidos en el Este que aprobará la cumbre de la OTAN en Londres. "No se trata de concesiones unilaterales, sino de lanzar nuevas señales como acicate para que la URSS se mueva", afirman fuentes aliadas en Bruselas." Ésta será la cumbre de George Bush, como no podía ser de otra forma", señala un diplomático europeo al referirse a la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de los 16 países de la OTAN que hoy y mañana se celebra en Londres. Las propuestas del presidente norteamericano contenidas en la carta enviada a los restantes líderes aliados han provocado un parón en la labor de los expertos que ultimaban los textos que serán aprobados en la cumbre. "Aún se esperan nuevas sorpresas", han insinuado los representantes norteamericanos en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas.

Poco avance

Las ofertas de Bush contienen más efecto que avance sobre las posiciones ya consensuadas por los aliados en el Consejo Atlántico de Turnberry (Escocia) el pasado 8 de junio. Los jefes de Estado y de Gobierno deberán concretar los plazos y el alcance del acuerdo a negociar, así como las garantías de seguridad a "los intereses legítimos de la URSS".

La oferta de no agresión será una declaración y no un pacto como tal, según ha precisado el secretario general de la OTAN, Manfred Woerner. También el cambio en la estrategia militar de la Alianza es un primer movimiento hasta una respuesta de Moscú a favor del nuevo esquema de seguridad europeo, incluida la Alemania unida dentro de la OTAN. El presidente norteamericano plantea el uso del arma nuclear como último recurso, en lugar de la actual doctrina de primer uso ante el ataque enemigo aun de carácter convencional. Sin embargo, no se plantea renunciar definitivamente al primer uso, porque la URSS continúa siendo una superpotencia militar. La doctrina de la respuesta avanzada (en territorio enemigo) se cae por su propio peso una vez que la línea del frente se aleja de Centroeuropa.

La reducción de las armas nucleares de corto alcance es una necesidad asumida por los aliados, e incluso la RFA, Bélgica y otros países, como Holanda y España, van mas lejos al apuntar que a final de siglo no habrá armas norteamericanas de este tipo instaladas en Europa. Falta que Francia acepte disminuir su arsenal, condicionado hasta ahora a "una reducción sustancial" del de las dos grandes potencias.

La propuesta norteamericana de reducir a la mitad la artillería nuclear es un signo destinado a provocar la reacción positiva soviética. Su limitado alcance (30 kilómetros) las ha hecho inutilizables dados los cambios producidos en Centroeuropa. Algunos países europeos anuncian que, al igual que se renunció a la modernización del misil Lance, tampoco se desplegará en Europa el nuevo misil aire-tierra TASM, que "no es más que un misil de alcance medio camuflado", arma suprimida por el tratado INF.

La cumbre, según fuentes de la OTAN, aprobará "una declaración política de cuatro o cinco páginas". Este "cuerpo político principal" irá acompañado de algunos anejos, como el referido al nuevo papel que jugará la CSCE y al del acuerdo CFE de reducción de armas convencionales. Algunos países proponen un texto similar para las armas de corto alcance.

Las ofertas más atractivas giran en torno a la reducción de armamento, tanto nuclear como convencional, en este caso con la propuesta de un tratado CFE 2, que sea continuación del que se negocia en Viena. Como perspectiva, el embajador español ante la OTAN, Máximo Cajal, aventura que "a final de siglo quedarán 80.000 soldados norteamericanos en Europa", la cuarta parte de los que hoy están. Sin embargo, las propuestas más novedosas giran en torno a la CSCE y al nuevo papel político que desempeñará la Alianza.

EE UU tiene un proyecto concreto para institucionalizar la CSCE, contestado por Francia, que no ve clara la continua referencia a la complementariedad y dependencia indirecta de la OTAN que habrá de tener ese foro paneuropeo. La CSCE servirá de marco para institucionalizar las consultas políticas e impulsar la cooperación económica entre los 35 países que la componen. Contará con una minisecretaría permamente en Viena y celebrará una o dos reuniones ministeriales al año. Las cumbres de los 35 (OTAN, Pacto de Varsovia y países neutrales de Europa) se celebrarán cada dos años o cuando las circunstancias lo exijan.

Papel complementario

El único problema de la configuración de ese esquema estable de seguridad europea es que la CSCE "jugará un papel complementario, pero no sustituirá ni se sobrepondrá a la OTAN", según fuentes de la organización en Bruselas. El papel político de la Alianza es algo a definir, porque los jefes de Estado y de Gobierno no irán más allá de confirmar el mandato para avanzar por este camino. La propuesta de Bush de permitir la acreditación de diplomáticos del Pacto de Varsovia ante la OTAN es un paso significativo, pero que apunta más a la forma que al contenido.

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