Los madrileños gastarán 56.000 millones en planear sus vacaciones

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Las playas valencianas, levantinas y andaluzas siguen aglutinando el grueso del turismo organizado de la región. Sin embargo, el auge de la demanda de destinos internacionales ha sido tan espectacular esta temporada que, en palabras del Ramón Buendía, presidente de la Unión Madrileña de Agencias de Viaje (UMAV), "ha obligado a organizar vuelos charters desde el aeropuerto de Barajas hasta ciudades y países con los que nunca antes había sido necesario por su escasa popularidad entre los turistas, bien por su lejanía o por lo elevado de los precios del viaje y la estancia".

Según Buendía, el incremento de viajeros ha motivado la inclusión en los vuelos charters que saldrán este verano desde Barajas de países como Turquía, Egipto, Kenia, República Dominicana y la lejanísima Tailandia, además de la ciudad mexicana de Cancún, muy solicitada por los madrileños. Esta misma subida de los turistas hacia el extranjero ha determinado también la necesidad de reforzar los vuelos organizados hacia las playas norteafricanas, sobre todo las de Túnez y Marruecos.

Vacaciones de estudio

En cualquier caso, el país extranjero que atrae más viajeros madrileños este verano es, con bastante diferencia, el Reino Unido. Desde principios de junio, y hasta bien entrado septiembre, cada semana salen de Barajas cerca de 50 aviones charters con destino a las diversas ciudades británicas. "Sin embargo", comenta Buendía, "estos viajeros no son, por lo general, estrictamente turistas. En su mayoría se trata de estudiantes que aprovechan el periodo de vacaciones académicas para aprender o perfeccionar el idioma con la estancia en Inglaterra o Irlanda".

Italia, Grecia, Turquía, Austria, Túnez y Marruecos siguen al Reino Unido en las preferencias de los viajeros madrileños en el segmento de media distancia, mientras que Tailandia, Indonesia, Estados Unidos, México, Brasil, Egipto y Kenia son los países lejanos más apetecibles para las personas que han decidido contratar sus vacaciones por medio de una agencia, según los datos de la UMAV.

Pero, a pesar del auge del turismo internacional, lo cierto es que estos destinos son solicitados sólo por el 35% de los madrileños. El 65% restante sigue prefiriendo salir de casa sin pasar de los límites nacionales y cambiar de acento dentro del castellano, en vez de escuchar un idioma foráneo en sus vacaciones.

Canarias y Baleares se llevan el gato al agua este verano. Los precios extremadamente competitivos que están ofertando los hoteleros canarios y mallorquines ante el descenso de turistas extranjeros están convenciendo masivamente a los ciudadanos madrileños que, por un precio medio de 25.000 a 40.000 pesetas puede pasarse una semana al sol en las playas de Ibiza o de Tenerife, en un hotel que le sirve también comida y cena, mientras el ambiente cosmopolita de las islas les hace las veces de la ración de exotismo que todos buscan en vacaciones.

Este periodo de ocio y descanso es, según las agencias de viaje de Madrid, cada vez más corto. Frente al típico mesecito de vacaciones en la costa, los madrileños prefieren cada vez más organizar sus vacaciones racionalmente a lo largo de todo el año y no concentrar todo su tiempo vacacional en el verano.

Escapadas en febrero

Así, la estancia media de los turistas de la región en sus respectivos lugares de descanso ronda las 14 noches. "De esta forma", dice Ramón Buendía, "siempre se puede guardar alguna semana o día extra para organizarse una salida en temporada baja, como una excursión a una estación de esquí en pleno invierno o una escapada a Río de Janeiro o Venecia en el gélido mes de febrero".

La proliferación de viajes organizados en avión y las ofertas hoteleras no tienen, a pesar de su paulatina aceptación en las costumbres del turismo tradicional madrileño, la popularidad incombustible del coche y los apartamentos como medio de transporte y alojamiento.

Ambas opciones arrasan en los gustos de los viajeros del foro. Sólo bastante más abajo en la lista, el avión, el autocar, el tren y el barco intentan salvar el tipo ante los deseos de autonomía en desplazamientos y alojamientos de los madrileños. Unos turistas que, según los expertos en organización del ocio y del descanso, suelen disponer de unas 40.000 pesetas como dinero de bolsillo en sus vacaciones estivales.