Felipe González dice que la Europa unida no hará desasparecer la identidad nacional de cada país
El presidente del Gobierno, Felipe González, descartó ayer que la "identidad" de cada país pueda perderse según avance, el proceso de construcción europea, incluso aunque triunfara la idea federalista. González explicó ayer en el Congreso los resultados de la cumbre de jefes de Estado de Dublín y apreció el respaldo de la oposición al impulso dado a la unidad europea en el llamado Dublín 2. La posición del PP fue la más crítica con la información dada por González.
El primer debate parlamentario de Felipe González tras las elecciones andaluzas se desarrolló con sosiego, habida cuent aque en materia de construcción europea y la adapatación de España a este proceso existe una gran dois de acuerdo entre Gobierno y oposición. Los distintos portavoces se mostraron satisfechos ante la importancia que el jefe del Ejecutivo dio al papel de los parlamentos nacionales, así como el valor político que González ofrece a la Comisión para las Comunidades Europeas creada recientemente en el Congreso.González dividió su iritervención, que no fue sino un resumen de lo aprobado en la cumbre de Dublín, en tres apartados referidos al avance de la unión europea, la Europa de los ciudadanos y las relaciones exteriores de la Comunidad. González se detuvo principalmente en la situación de la URSS y se alineó con los países que defienden el apoyo económico Europa a los soviéticos sin peditarlo en principio a los avances en las estructuras democráticas de ese país, claramente en contra de lo que defiende la primera ministra británica, Margaret Thatcher.
El líder del Partido Popular, José María Aznar, conjugó durante su intervención el respaldo de su partido a la unidad de Europa con sus reticencias con respecto a la firmeza y el acierto del Gobierno socialista para preservar los intereses de España frente a los demás socios comunitarios. En este sentido, afirmó que su partido mantenía una "esperanzada preocupación" ante el proceso, que, en su opinión, debería hacer compatible el fortalecimiento de las instituciones comunitarias con el mantenimiento de la identidad nacional de los Estados miembros.
González, a este respecto, no ofreció ninguna duda, ya que afirmó que la identidad de cada país se mantendrá incluso aunque llegara a triunfar la idea del "federalismo", tesis que a él personalmente no le disgusta.
"Tesis regionalista"
El portavoz de Convergència i Unió, Miquel Roca, censuró amablemente al presidente del Gobierno su mesura al enjuiciar el balance de la cumbre, que a su juicio es de "una gran trascendencia". "El viejo sueño de la unidad europea comienza a tomar cuerpo", estimó Roca al tiempo que señalaba como la asignatura prioritaria de esta legislatura consensuar cuál debe ser la postura de nuestro país en ese empeño.
Desde una clara vocación europeísta, Miquel Roca apun tó, sin embargo, la necesidad de actuar con prudencia a la hora de hacer cesiones de soberanía Roca consideró que el conflicto de ciudadanía europea propuesto en Dublín por Felipe González, debe ir acompañado de una defensa de "las tesis regionalistas de Europa".
Las alusiones a la dimensión regional y a la conveniencia de que los pueblos y comunidades participen activamente en la construcción europea fueron compartidas por Iñaki Anasagasti, del PNV y por los demás partidos de ámbito autonómico integrados en el Grupo Mixto. Asimismo coincidieron en reclamar que en la Europa unida las instituciones de carácter federal (el Parlamento), tengan primacía sobre las de carácter intergubernamental (la Comisión y el Consejo de la CEE).
En un tono constructivo, el portavoz de Izquierda Unida, Nicolás Sartorius, calificó como una buena noticia los avances conseguidos, si bien dijo que nuestro país correrá un grave riesgo si en el futuro el proceso hacia la unidad económica no va paralelo con la unidad política.
Nuevo marco de seguridad
Por otro lado, Sartorius apoyó la definición de un nuevo marco de seguridad y cooperación continental que supere la idea de los bloques militares, y, en sintonía con la posición española, subrayó que ese marco debe encuadrar también a los países del norte de África.
El CDS, por boca de José Ramón Caso, se mostró de acuerdo con Felipe González, si bien destacó la necesidad de que los países medianos y pequeños no sean los paganos de los acuerdos y ajustes.
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