La ley de la selva
El pasado martes 22 de mayo, el MOPU llevó a cabo de forma arbritraria el derribo de varios baños y restaurantes del barrio de La Barceloneta, entre los que se encontraba el restaurante Patio del Astillero, del cual mis padres eran sus arrendatarios.Nunca recibimos información ni notificación alguna comunicándonos el derribo del citado local, única fuente de ingresos de mis padres. Cuál sería su sorpresa cuando a las ocho de la manana, en el momento en que se disporían a abrir, se vieron acorralados, como si de delincuentes se tratara, por un batallón de 40 policías y un espectacular grupo de amenazantes excavadoras.
Imagínense ustedes el tiempo que tardarían en amueblar y acondicionar un restaurante. Pues bien, a mis padres les dieron una única hora de gracia para que retiraran todos los bienes que fueran capaces de salvar. Cuanto más fuerte, ágiles y rápidos fueran, más producto rescatarían. Aquello lógicamente fue un show. Y para ponerlo un poquitín más difícil, una espectacular tromba de agua que dejó 47 litros en 20 minutos les acompañaría en esta carrera contrarreloj. Tiempo! "Ya no pueden retirar nada más". Entraron las excavadoras y deshicieron en unos mínutos el fruto de 10 años de duro trabajo de una familia absolutarriente modesta.
Estoy seguro de que la ciudad de Barcelona ha ganado un gran espacio libre para el disfrute de sus ciudadanos, pero la forma en que se ha realizado esta obra, con absoluto desprecio hacia los derechos de las personas afectadas, es indigna de un país que se precla de ser europeo. Una vez más ha salido a relucir la intolerancia, el despotismo y chulería de los que mandan, que no neces tan justi icar sus actos.- José Luís Martínez Garay.
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