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La aprobación del nuevo sistema de precios de la gasoIina se retrasa hasta el 6 de julio, según Aranzadi

El nuevo sistema para regular el precio de la gasolina se aprobará en el Consejo de Ministros de la próxima semana y no en el del viernes, según expresó el ministro de Industria y Energía, Claudio Aranzadi, en la inauguración del seminario sobre competitividad organizado por la empresa Estructura, editora del diario económico Cinco Días y de la revista Mercado. El retraso se produce como consecuencia de que antes debe estar en vigor la Ley de Presupuestos y ésta no se aprobará hasta la próxima semana. El ministro, por otra parte, insistió en la necesidad de frenar los salarios nominales para lograr una mayor competitividad.

Los nuevos precios de la gasolina, que se revisarán cada 15 días de acuerdo con la media de seis países comunitarios, se aplicarán desde el mismo momento en que el Gobierno apruebe el decreto-ley que lo regulará. La aplicación estaba prevista a partir del 10 julio, por lo que todavía estará dentro del plazo previsto. Los precios se ajustarán a un máximo que no se podrá rebasar y al que tienen que ajustarse todas las estaciones de servicio españolas. La fijación de precios ha generado algunas reacciones entre los empresarios de estaciones de servicio, que han criticado que Campsa va a seguir fijando los precios de la red concesionaria. De cualquier forma, esta circunstancia podría acabar cuando el mercado sea totalmente libre. El sistema tampoco fue aceptado por los sindicatos y por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).El ministro, que fue presentado por el consejero-delegado de Estructura y de Prisa, Juan Luis Cebrián, en las jornadas que se clausurarán hoy sobre El reto de la competitividad, la transformación de la empresa ante 1993, insistió, por otra parte, en el discurso de frenar los salarios nominales con objeto de mejorar la competitividad frente a los demás países de la Comunidad Europea. La desaceleración de los salarios nominales, perfectamente compatible con el mantenimiento del poder adquisitivo del trabajador, ayudaría a reducir los costes de las empresas. El ministro de Industria rechazó la posibilidad de actuar sobre el tipo de cambio de la peseta, cuya fortaleza dificulta el aumento de las exportaciones. Al hilo de ello, dijo que había que adecuar el crecimiento del coste nominal al de la media europea y no utilizar el tipo de cambio para hacer a las empresas más competitivas.

Además, Aranzadi destacó la calidad, el coste, la capacidad productiva y los recursos humanos como factores bases para la competitividad. La actuación de la Administración, por su parte, debe centrarse, a juicio del titular de Industria, en la necesaria dotación de infraestrcuturas, adaptar el sistema educativo a las necesidades de las empresas y la innovación tecnológica.

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