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Yeltsin aconseja a Gorbachov ocupar un solo trono

Pilar Bonet

El presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, está considerando en serio el abandonar la dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), según manifestó ayer Borís Yeltsin, presidente del Parlamento de la República Federativa Rusa, confirmando así las impresiones que expresan influyentes medios reformistas del partido. Ante un grupo de periodistas austriacos, Yeltsin manifestó que había aconsejado a Gorbachov que "era mejor estar sentado en una silla que en dos".

El presidente del Parlamento ruso y adversario político del secretario general del PCUS propuso a éste que dejara el partido a cargo de otra persona. Yeltsin dijo que creía que era cierto que Gorbachov está pensando en dejar la jefatura del partido.Gorbachov, que preside las sesiones de la Conferencia Rusa del Partido (transformada en Congreso Constituyente del Partido Comunista de la República Federativa Rusa), donde ha sido virulentamente criticado, se enfrentó ayer con Alexéi Serguéiev, profesor de Economía Política de la Escuela Superior de los Sindicatos e ideólogo económico de los sectores conservadores comunistas. Serguéiev es uno de los líderes del Frente Unido de los Trabajadores, que tiene una fuerte base en la ciudad de Leningrado, uno de los focos del pensamiento ortodoxo marxista.

Contrariamente, el jefe del partido en Leningrado, Borís Guidaspov, dijo ayer en una conferencia de prensa que Gorbachov debe seguir a la cabeza del partido, y que si no lo hiciera, sería un "drama" para el PCUS. Otros sectores más reformistas creen que Gorbachov debe dejar la dirección de un partido que, a juzgar por los delegados en el congreso de los comunistas rusos -un 60% de los delegados al XXVIII Congreso del PCUS-, no responde a los proyectos de cambio social y económico del líder. El problema es saber si Gorbachov podría dejar al frente de la fuerza política mayor y más organizada de la URSS a una persona de confianza que neutralizara a los conservadores.

Según Guidaspov, Gorbachov dedica mucho tiempo a la política internacional, y el puesto de presidente no le deja tiempo libre para ocuparse del partido. "Gorbachov necesita un equipo joven, fuerte y enérgico", señaló Guidaspov. Alexandr Yakovlev, miembro del Consejo Presidencial y del Politburó y el "cerebro" de la perestroika, tiene 67 años, una edad que dificulta la sustitución de Gorbachov al frente del partido.

Yakovlev y Oleg Kalugin, general del Comité de Seguridad del Estado (KGB) y ex jefe de la Dirección de Contrainteligencia de este organismo, fueron dos de los cuatro estudiantes soviéticos enviados a EE UU en el primer intercambio con la Universidad de Columbia (Nueva York) en el curso 1958-1959, según confirmó un portavoz de este centro al corresponsal de EL PAÍS en Washington, Albert Montagut.

Yakovlev estudió historia, y Kaluguin, periodismo. Su permanencia conjunta en EE UU en tan reducido grupo parece indicar que Kaluguin no actuó como francotirador al iniciar un ataque contra la situación de descontrol parlamentario y subordinación total al PCUS en la que está el KGB.

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Gorbachov atacó ayer personalmente a Serguéiev y a los investigadores que, "durante décadas, prohibían" incluso la utilización de términos como "relaciones mercantiles". El líder tomó la palabra después de que Serguéiev acusara al presidente de haber dado un golpe de mano al no discutir el paso a la economía de mercado, el eje de la reforma económica emprendida en el Parlamento de la URSS en el Comité Central.

Egor Ligachov, miembro del Politburó, dijo, por su parte, que la dirección del PCUS había quedado marginada del programa de paso a la economía de mercado del Gobierno, y afirmó no haber valorado lo que, a su juicio, es el principal peligro para la perestroika, a saber: "el trabajo planificado y creciente de las fuerzas antisocialistas para debilitar y destruir desde dentro, quisiera subrayar desde dentro, el partido comunista y hasta cierto punto la URSS". Ligachov se puso del lado del marxismo-leninismo y criticó la tendencia que definió como socialdemócrata revisionista, y también los centristas, naciónalseparatistas y estalinistas.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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