Tàpies comparte con Fellini y Bernstein el más importante premio japonés a las artes

Antoni Tàpies recibió ayer el Praemium Imperiale de 1990, en su versión de pintura, "por su destacada contribución al desarrollo del arte no figurativo". Junto al pintor español fueron galardonados por la Asociación de Arte de Japón, que aspira a convertirse en el Nobel de las artes, el escultor italiano Arnaldo Pomodoro, el arquitecto británico James Stirling, el músico norteamericano Leonard Bernstein y el cineasta italiano Federico Fellini. Los premios, dotados con 10 millones de pesetas, fueron anunciados ayer por todo lo alto en Londres en presencia de cuatro ex jefes de Gobierno: Edward Heath, Helmut Schmidt, Amintore Fanfani y Jacques Chirac.

Tàpies no pudo ser localizado ayer por hallarse en un taller que posee cerca de Niza, donde se encuentra trabajando estos días con cerámica. Su hijo, director de la fundación barcelonesa dedicada al pintor y recientemente inaugurada, informó que "con toda probabilidad" el importe del premio quedaría integrado en el presupuesto ordinario de la fundación "para", según dijo, "completar la parte museológica". Antoni Tàpies recibió la notificación del premio hace 15 días, con el ruego de que no lo hiciera público hasta que fuera anunciado oficialmente en Londres.El nombre de Tàpies fue el primero anunciado por Hiroaki Shikariai, presidente de la Asociación de Arte de Japón (AAJ), entidad que los convoca para celebrar su 101 aniversario, precedido por un magro comentario sobre las razones del galardón, al que acompaña un cheque de 100.000 dólares (unos 10 millones de pesetas).

El pintor catalán recibirá el galardón en octubre en Tokio "por su destacada contribución al desarrollo del arte no figurativo". Junto a él estarán Pomodoro, "por la creación de objetos de monumental belleza que resumen la condición del hombre moderno"; Stirling, "por sus arriesgadas e innovadoras contribuciones al paisaje de nuestras ciudades"; Bernstein, "por su genio en la composición y el poder de interpretación que ha proporcionado placer a millones", y Fellini, por "una original concepción y retrato de la realidad, precursora de una nueva forma de hacer cine en todo el mundo".

En la conferencia de prensa se puso en duda la necesidad de otorgar un reconocimiento internacional a figuras tan de sobra conocidas como las premiadas, y concederles unas sumas de dinero que poco añaden a sus peculios y que mejor podrían entregarse a artistas jóvenes no tan consagrados. Heath replicó: "No es fácil llegar a conclusiones sobre el trabajo de los jóvenes y distinguir entre logro y potencialidad. El logro es la respuesta a la potencialidad y confiamos en que la elección de artistas conocidos inspire indirectamente a jóvenes a luchar por lograr el premio" señaló el ex premier, quien dijo no tener objeción en que se de un cheque a quien no parece tenga necesidad de él. "El destino del dinero es cosa de quien lo recibe: puede donarlo para alentar a artistas jóvenes", dijo.

De todo el mundo

El premio está abierto a creadores de todo el mundo, según manifestó Shikanai, y sólo vedado en sus tres primeros años a los japoneses.El arquitecto James Stirling, el único de los galardonados que estuvo ayer presente en Londres en el anuncio del premio, dijo que cuando desaparezca la cláusula sobre la obligatoriedad de que los ganadores no sean japoneses, los arquitectos de este país lo van ganarán un año tras otro.

Heath se tornó periodista unos segundos y tiró de la lengua a Stirling para obtener algún comentario acerca de las opiniones sobre arquitectura del príncipe Carlos de Inglaterra. "Es un hombre sincero que acierta en criticar la arquitectura banal", dijo el británico, "pero no es capaz de distinguir entre la buena y la mala arquitectura moderna".