El Parlamento investirá hoy presidente de Rumania al ex comunista Iliescu
El presidente rumano, el ex comunista Ion Iliescu, será investido hoy en la sala del Ateneo de Bucarest por una sesión conjunta de las dos Cámaras del Parlamento. Iliescu parece haber logrado que, salvo sorpresas de última hora, el acto se realice con las calles de la capital en calma, la oposición intimidada, en mayor o menor medida por la violencia de los mineros y la oleada de detenciones, y la población de Bucarest conmocionada por todo ello. La Embajada de EE UU en Bucarest anunció que no enviará ningún representante a la ceremonia.
Los embajadores de la Comunidad Europea (CE), y entre ellos el español, Antonio Núñez, acudirán a la ceremonia de investidura, pero estarán ausentes de la recepción ofrecida por Iliescu Con ello quieren mostrar la condena de sus Gobiernos a los vandálicos actos protagonizados por millares de mineros instigados por Iliescu a una oleada de represión contra las fuerzas de la oposición.La esposa del líder estudiantil Marian Munteanu se refugió el lunes en la Embajada holandesa por temor a ser detenida, como lo fue su marido nada más salir de la unidad de cuidados intensivos en que se encontraba hasta anteayer. Había sido ingresado con "traumatismos craneal, torácico, abdominal y rotura de una pierna, aparte de innumerables contusiones tras media hora de golpes en todo el cuerpo", según había manifestado a EL PAÍS en el hospital antes de que la policía cortara todo acceso de la Prensa al herido. Actualmente se encuentra detenido en el hospital especial del Ministerio del Interior.
Las posibilidades de Iliescu de cumplir este mandato de dos años que con tan sólida mayoría empieza parecen, paradójicamente, escasas. También lo son las del nuevo Gobierno, que, según todos los indicios, seguirá dirigiendo Petre Roman, pese a las diferencias surgidas entre ambos por los últimos dramáticos sucesos.
Pese a la calma de los últimos dos días, el país no ha salido de la gravísima crisis provocada por los grupos del aparato del Estado que luchan por el poder y la exención de sus responsabilidades durante la dictadura de Nicolae Ceausescu. Los asaltos al Ministerio del Interior y a la sede de la televisión fueron instigados por una de estas facciones.
El mayor adversario de Iliescu en el poder es el ministro de Defensa, Víctor Stanculescu. Sin embargo, éste seguirá, muy previsiblemente, estando a cargo de la misma cartera ministerial, pese a que Roman proyecta una amplia reestructuración gubernamental.
Ni en solitario ni con el apoyo de la facción seguidora de Iliescu, integrada por el antiguo aparato comunista y la Securitate, el primer ministro parece capaz de evitar que Stanculescu siga dirigiendo las Fuerzas Armadas.
Iliescu tiene el voto asegurado de una amplia mayoría del grupo parlamentario del Frente de Salvación Nacional (FSN). Aunque así concluye el período de interinidad legal del poder en Rumania tras la revolución de diciembre, no ha quedado zanjada la pugna por el poder que llevó a uno de los grupos a orquestar un autoasalto del Ministerio del Interior el pasado dia 13.
Nuevos conflictos
Tras dos días de tensa calma, fuentes bien informadas en Bucarest consideran que, de celebrarse la sesión de investidura sin problemas, el nuevo brote de conflicto no será inminente, si bien tampoco tardará mucho en llegar. "Stanculescu no intentará ahora una nueva acción violenta", señalan. "Iliescu no puede arriesgar nuevas acciones violentamente represivas sin el riesgo de convertirse en un paria, como lo fue Ceausescu".
Roman ha negado que mantentga diferencias con el presidente Iliescu. Ha rechazado también haber sabido que los mineros estaban armados con hachas, porras, barras de hierro y estacas, y ha manifestado que el cese del ministro del Interior, Chitac, se debió al fracaso de la intervención policial el día 13 de junio y no a la implicación de éste en una dura lucha con Stanculescu.
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