Las comunidades autónomas se oponen a la aplicación de un 'recargo' sobre el IRPF
La mayoría de consejeros de Economía de las 17 comunidades autónomas españolas se opone a la creación de un recargo sobre la cuota líquida resultante del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPIF). En la reunión celebrada ayer en Oviedo entre Hacienda y representantes de las autonomías, el secretario de Estado José Borrell pidió una mayor coordinación de las políticas presupuestarias para reducir la contribución global al déficit del Estado.
La propuesta de Hacienda de alcanzar una mayor corresponsabilidad fiscal mediante una imputación sobre la cuota líquida del IRPF, fue presentada a las comunidades autónomas en los términos expuestos en el texto del libro blanco de la reforma fiscal. José Borrell aseguró, a la salida de la reunión, que en un plazo de diez días Hacienda va a enviar a las comunidades autónomas un borrador con la reforma del impuesto sobre el patrimonio, que junto con el IRPF es el núcleo de la reforma Fiscal.Los representantes de las comunidades con menor nivel de renta fueron los más explícitos a la hora de oponerse a la propuesta de Hacienda. José Antonio Corza, consejero de la Junta de Andalucía y José Miguel González, consejero canario, coinciden en que un complemento adicional de la renta conduciría a que muchos ciudadanos evitasen el incremento de la presión modificando su residencia fiscal. Para el consejero catalán, Maciá Alavedra, la reunión de Oviedo ha servido para preparar el trámite parlamentario de la reforma tributaria y para confirmar que "las autonomías estarán representadas en el órgano autónomo vinculado al ministerio y encargado de la inspección, recaudación y gestión de los tributos", anunciados recientemente por Carlos Solchaga.
Libro Blanco
El Libro Blanco, que fue remitido a las autonomías el pasado sábado, plantea en esencia dos hipótesis para el nuevo IRPF: el establecimiento de un recargo autonómico sobre la cuota líquida resultante del impuesto estatal, y la creación de una tarifa autonómica adicional a la estatal del impuesto de la renta. El recargo consiste en dividir el IRPF en dos segmentos concretos de la cuota líquida de cada comunidad de manera que uno de los segmentos sea para el Estado y el otro para las comunidades en divisiones porcentuales que podrían estar entre el 80% y el 20%, según algunas estimaciones. La tarifa autonómica parte del mismo sistema que el recargo pero con la posibilidad de que la parte correspondiente de las comunidades se eleve o disminuya en función de las necesidades de financiación.De las intervenciones vertidas en la reunión de ayer se desprende ahora que las comunidades no están dispuestas en general a introducir el recargo tanto por la distorsión que supone el hecho de que algunos ciudadanos optaran por el cambio de residencia fiscal -hacia comunidades de menor presión- como por el coste político que implica incrementar la cuota líquida del impuesto. Por su parte, Hacienda propone su fórmula sin que ello suponga un aumento de la presión fiscal global del Estado en las comunidades autónomas y con efectos neutrales tanto en los ingresos de las comunidades como en los del Estado. Para ello se pretende que la cuota líquida del IRPF atribuida a la hacienda de cada comunidad aumente o disminuya en su caso sin modificar la estabilidad financiera de la Hacienda del Estado.
En la reunión de ayer los responsables del Ministerio de Hacienda pusieron de manifiesto la necesidad de que las comunidades autónomas disminuyan su contribución al déficit del Estado, que en estos momentos se puede cuantificar en una cifra superior a los 200.000 millones de pesetas.
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