Homenaje a Espriu en Madrid a los cinco años de su muerte

Una cincuentena de personas se reunieron el martes en el Centro Cultural de la Villa, en Madrid, para rendir homenaje y recuerdo a Salvador Espriu, "el último poeta nacional de Cataluña" en palabras de Enrique Badosa, su primer traductor al español. José Corredor Mateos, poeta y también traductor de Espriu, habló de éste como de un "autor desolado" que en toda su obra busca el ángulo agónico de la existencia como medio para "hallar la buena muerte" y es esa mirada "desprovista y esencial" la que marca el sentido y el estilo de su obra poética.Enrique Badosa, antes de analizar la obra de Espriu como "simbólica, que no simbolista y una constante aspiración al silencio", dibujó una semblanza humana del poeta diciendo que a su genio e inteligencia unía en ocasiones "un indudable buen humor, aunque éste sólo aflorara en compañía de contadísimas personas". Espriu, continuó Badosa, "es un poeta de símbolos contrapuestos, de títulos emblemáticos que significan lo que quieren significar, pero al mismo tiempo se instalan en un territorio literario universal".

Ambos poetas -y traductores- comentaron la dificultad de verter la obra de Espriu al español, confesando no haberse atrevido con el libro Canciones de Ariadna por la imposibilidad de traducir al español su carga satírica. El actor Pepe Martín leyó, en ocasiones en catalán y castellano, una amplia antología de poemas de Espriu, de sus libros Cementeri de sinera, Les hores, Mrs. Dead y El caminant y el mur. El acto, que transcurrió con una sobriedad que hubiera agradado al poeta de Santa Coloma de Farnets, se realizó con motivo del quinto aniversario de la muerte del poeta.