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El negro que nunca pasea de noche

El racismo ha marcado al español Lluís Idjabe, de origen guineano

Àngels Piñol

Lluís Cesáreo Idjabe, de 35 años, nació en Guinea, pero desde que vino al mundo, al ser su país colonia española, tiene carné de identidad. Lleva la mitad de su vida, 17 años, viviendo en Barcelona, y dice que desde entonces ha tenido que esquivar el racismo. Hace ya años que no pasea de noche por la Rambla para que no le humillen pidiéndole "Ios papeles" a cada paso.

Lluís Cesáreo nació en Bata (Guinea), pero se instaló en un piso del barcelonés barrio del Eixample tras la muerte de su padre. No renuncia a sus raíces, pero se siente español.Cursó estudios medios y después aprendió inglés y técnicas de topografía. De poco le han servido. Recita de memoria una larga lista de empleos a los que ha intentado optar: agente judicial, técnico de Electrolux, representante, ordenanza en TVE... Casi siempre topó con el mismo inconveniente: "No hay instancias". "Yo lo he probado cantidad de veces con mis amigos blancos: primero subo yo y la, plaza siempre se ha cubierto ya. Después, van ellos a hablar y el puesto todavía está libre".

Ahora trabaja por horas como camarero y vigilante en discotecas. Después de' estar dos años como voluntario en la Brigada Paracaidista, intentó ser policía. Allí, en la jefatura, no le dieron los impresos. Quiso después ingresar en la Guardia Civil, pero le dijeron que no había transcurrido suficiente tiempo desde que dejó el Ejército. Finalmente, probó fortuna en los Mossos d'Esquadra, aprovechando que vivía en Cataluña y entiende perfectamente el catalán.

El 23 de enero de 1985 Idjabe celebró su 30 cumpleaños. Presentó la instancia, junto a otros 12.000 aspirantes a la segunda promoción de los mossos. Uno de los requisitos era ser mayor de 21 años y menor de 30 durante el plazo de presentación de instancias, es decir, entre el 25 de enero y el 14 de febrero.

Idjabe, que entendió que los que tenían ya 30 años se aceptaban, superó todas las pruebas. El 6 de septiembre de 1986, supo que él era uno de los 230 aspirantes elegidos. Idjabe celebró el nombramiento y renunció a un contrato que le ofrecieron en un restaurante de Sitges.

Nada más llegar a la Escuela, el director le dijo que no podía quedarse, por tener ya 30 años cuando presentó el impreso. Fue inmediatamente a ver a Lluís Renau, entonces director general de Seguridad Ciudadana, y éste le reprochó el que hubiera presentado la solicitud. "A un blanco, eso no le hubiera pasado", dice. Idjabe perdió 11 kilos de peso.

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