La cantante Miriam Makeba vuelve a Suráfrica tras 31 años de exilio
La que fue llamada voz de las liberaciones, emperatriz de la música africana y mamá África, la cantante surafricana Miriam Makeba, puso fin el pasado domingo a un exilio de más de tres décadas, durante las cuales no dejó de luchar contra el apartheid y en favor de los derechos de la población negra.
Todavía hoy, Miriam Makeba, nacida en Johanesburgo en 1932, no ha olvidado cómo la policía derribaba a puntapiés la puerta de su casa llevándose a sus padres por la fuerza.Son memorias de una existencia pródiga en acontecimientos, que la llevó de trabajar como empleada doméstica para varias familias blancas, a hablar ante la asamblea general de las Naciones Unidas y con numerosos jefes de Estado pidiendo el boicot a África del Sur. De todo eso ,y de muchos recuerdos más habla la cantante en su reciente autobiografía Makeba, my story. "Durante 27 años de mi vida", dice Miriam Makeba, "supe que no me iban a permitir entrar en un restaurante de blancos, ni tampoco otras cosas, como andar por la calle después de las 11 de la noche", recuerda.
En el transcurso de un viaje al extranjero, con motivo de su presencia en el documental Come back, África, que se presentó en el Festival de Cine de Venecia de 1959, Miriam Makeba realizó unas duras declaraciones contra el régimen racista de Pretoria. Al intentar volver a su país, para asistir al funeral de su padre, a la famosa cantante le fue denegada la entrada y vio cómo se la privaba de la nacionalidad surafricana.
La oportuna intervención del también cantante antiracista Harry Belafonte, a quien ella se refiere como "mi hermano mayor", le permitió instalarse en los Estados Unidos. Y en 1967, el éxito de la canción Pata Pata en todas las pistas de baile, la hizo enormemente popular. Pero su matrimonio, al año siguiente, con el activista negro Stokely Carmichael, miembro de los panteras negras, la colocó bajo la estrecha vigilancia del FBI. El agobio de sentirse controlada la impulsó a abandonar EE UU con destino a, Guinea Conakry,donde ha residido hasta la fecha.
Paul Simon
Su participación, junto al trompetista surafricano Hugh Masekela, otro exiliado y su primer marido, y al grupo vocal Lady Smith Black Mambazo, en el controvertido Graceland tour de Paul Simon, le sirvió para poder grabar, en 1988, tras muchos años de silencio discográfico, un magnífico album de canciones de su tierra, Sangoma. Al tiempo que salía en defensa de Simon ante las acusaciones de no haber respetado el veto a Suráfrica, Miriam Makeba afirmó: "Sólo espero que un día podamos invitatar a Paul para que cante con nosotros en una Suráfrica libre y democrática., Sabemos que ese día llegará".
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