El Gobierno no ve pruebas de la conexión española con el supercañón de Irak

El Gobierno no ha encontrado pruebas de la participación de empresas nacionales en el proyecto de supercañón que el Reino Unido atribuye a Irak, según fuentes diplomáticas españolas. La investigación oficial, abierta a instancias de la Embajada británica en Madrid, no ha conseguido, sin embargo, despejar las sospechas sobre la presunta relación con el proyecto armamentista de una partida de estructuras metálicas exportadas a Irak por la empresa Trebelan, radicada en Vitoria.

Las fuentes consultadas confirmaron que la empresa investigada ha sido la firma de ingeniería Trebelan, como desde un principio señalaron fuentes británicas (ver EL PAÍS del pasado 23 de mayo). El Ministerio español de Asuntos Exteriores pidió recientemente información a la Dirección General de Aduanas en torno a la exportación a Irak de una partida de "piezas metálicas para sostenimiento de estructuras" realizada por Trebelan a Bagdad a finales del pasado año.Las pesquisas oficiales no han podido demostrar que las piezas estuvieran destinadas a sostener el presunto supercañón, de 146 metros de largo y un espesor de 7,62 centímetros en la boca y de 36 centímetros en la recámara. Sin embargo, tampoco se ha descartado esta posibilidad, ya que las mencionadas estructuras son suceptibles de numerosos usos.

Las estructuras se exportaron con una licencia ordinaria, correspondiente a material civil, por lo que no pasaron por la Junta Interministerial encargada de controlar la venta de armamento. Según las fuentes consultadas, al no haberse probado la relación de Trebelan con el supercañón, tampoco procede la imposición de ninguna medida administrativa.

La firma vasca, que en diciembre sufrió una fuerte crisis, tras la marcha de su gerente Miguel Galdós, ha mantenido una intensa relación con el régimen de Bagdad. Los cañones iraquíes Majnoon, de calibre 155/52, y Al-Fao, de calibre 210/53, van montados sobre vehículos articulados de 12 ruedas fabricados por Trebelan, según el número 143 de la revista Defensa.

Fueron estos vehículos, de 56 toneladas de peso, los que salieron el 4 de abril del pasado año desde el aeropuerto de Foronda-Vitoria a bordo de un avión de transporte soviético Antonov 124. Responsables de Trebelan señalaron a este diario que la aeronave, una de las más grandes del mundo, transportaba dos vehículos todo terreno de doble uso, que fueron expuestos en la feria de Bagdad, el 15 de abril de 1989.

Trebelan vendió también el año pasado a Irak 500 vasos de munición que, según expertos militares, podrían ser cargados con armamento químico. El Gobierno obvió esta posibilidad al obligar a que las vainas salieran de España rellenas de explosivo convencional.