La OTAN tiende una mano de amigo a Moscú
El Consejo Atlántico de la OTAN, en su reunión preparatoria de la cumbre extraordinaria que los jefes de Estado y de Gobierno aliados celebrarán en Londres el 5 y el 6 de julio, finalizó ayer en Turnberry (Reino Unido) con numerosas concesiones "a los intereses legítimos de la URSS en materia de seguridad". La declaración política, que por primera vez se añade al comunicado final, dirige "un mensaje de amistad y cooperación a la URSS y a los otros países europeos", y juzga "estimulante la declaración del Pacto de Varsovia" anteayer en Moscú.
El objetivo, según Manfred Woerner, secretario general de la organización, es que la URSS no quede marginada del nuevo orden europeo, y la oferta incluye convertirla en "socio a través de un vasto programa de asistencia política y económica".La OTAN, según el secretario de Estado norteamericano, James Baker, iniciará un periodo de negociaciones intensas con la URSS y sus aliados, en el que la primera fase será superar los obstáculos que se interponen a la existencia de "una sola Europa libre, con paz y democracia desde el Atlántico a los Urales". Los vínculos o acuerdos a establecer entre las dos alianzas, como garantía del proceso, "aún no han sido concretados" por Moscú.
Los ministros de Exteriores de la OTAN decidieron flexibilizar sus propuestas (número de aviones, carros de combate y tropas) con vistas al acuerdo de reducción de fuerzas convencionales que se negocia en Viena, para pemitir a la URSS superar sus dificultades internas y alegar a compromisos razonables" este año. "El proceso de desarme será continuado con vigor", dice el comunicado. Tras el acuerdo de Viena, se seguirá adelante con nuevas reducciones de armamento convencional y se negociará el desmantelamiento parcial de misiles nucleares de corto alcance, a añadir al acuerdo para recortar el arsenal estratégico.
Al objetivo prioritario de desarme, los aliados suman la institucionalización de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), que se convertirá en "el elemento central en la construcción de la nueva Europa".
En esta tarea se volcará la cumbre de los 35 países firmantes del Acta Final de Helsinki, la cual tendrá lugar probablemente en París a final de año. La OTAN acepta establecer un mecanismo de consulta a nivel de jefes de Gobierno y ministros de Asuntos Exteriores.
Cooperar con la URSS
La clave de esta oferta para la futura arquitectura de Europa, en la que la necesidad de cooperación con la URSS y su integración ocupa el primer plano, la constituye la aceptación por parte soviética de una Alemania unida dentro de la OTAN. "Tengo la impresión de que hay movimientos hacia esta posición", señaló Baker. A cambio, la OTAN ofrece las nueve seguridades brindadas por Bush a Gorbachov, a las que se incorpora el acuerdo político entre las dos alianzas solicitado por la RFA.Entre las garantías a los intereses legítimos de la URSS destaca la presencia de sus tropas en la RDA durante un periodo transitorio y la renuncia "al despliegue de fuerzas de la Alianza Altántica sobre el territorio actual de Alemania del Este para no sacar ninguna ventaja unilateral" de la unificación. El ministro alemán Hans Dietrich Genscher aseguró que esa renuncia era definitiva, aunque para Baker ésa es una cuestión a negociar con Moscú.
"El mensaje de Turriberry se resume en que extendemos la mano a Moscú", afirmó el ministro español Francisco Fernández Ordófiez. La OTAN reafirma la razón de su permanencia para la estabilidad de Europa en un papel complementario con la CSCE y la Comunidad Europea. Asume la necesidad de revisar su estrategia para adaptarla a los nuevos tiempos. Éste será el tema central de la cumbre, "de excepcional importancia", de la OTAN en Londres. Los acuerdos concretos sobre desarme, garantías a la Unión Soviética e institucionaliz ación de la CSCE dependerán de la evolución de la cuestión alemana en la conferencia dos más cuatro, a finales de mes en Berlín Este.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.