Defensa prepara la venta a los ayuntamientos de 38 millones de metros cuadrados de suelo militar

La ocupación del cuartel Viriato por el alcalde de Zamora es la muestra más extrema de la tensión latente en las negociaciones que el Ministerio de Defensa mantiene con numerosos ayuntamientos sobre el destino de acuartelamientos ubicados en su casco urbano. La Gerencia de Infraestructura de la Defensa prepara la venta de 33.556.696 metros cuadrados de suelo rústico y 5.053.352 de suelo urbano; en total, 3.861 hectáreas (superficie equivalente a unos 4.000 campos de fútbol) pertenecientes a instalaciones que carecen de interés militar, pero tienen un valor incalculable en el mercado inmobiliario.

El Ministerio de Defensa ha suscrito ya más de 50 convenios con ayuntamientos, comunidades autónomas e instituciones públicas o privadas en torno a la enajenación de cuarteles e instalaciones militares que, la mayor parte de las veces, han quedado encajonados por el crecimiento de las ciudades. El resultado económico de esta vasta operación inmobiliaria, que hasta ahora ha supuesto la enajenación de 346.000 metros cuadrados de suelo urbano y casi dos millones de suelo rústico, ha sido, sin embargo, parco. La Gerencia de Infraestructura de la Defensa, organismo autónomo dependiente del Ministerio, ha ingresado sólo 18.539 millones de pesetas entre 1986 y 1989.Fuentes de Defensa atribuyen la escasez de resultados económicos a la lentitud del procedimiento elegido: normalmente, los cuarteles no son vendidos a los ayuntamientos -que, hasta ahora, han pagado menos de 4.000 millones de pesetas- sino que se ceden a cambio de terrenos posteriormente subastados por la gerencia. Con frecuencia, estos terrenos deben recalificarse, lo que obliga a la modificación de los planes urbanísticos. Además, la gerencia, aunque fue creada en 1984, sólo obtuvo el año pasado personal suficiente para realizar su tarea.

Es ahora, tras años de trabajo, cuando Defensa espera que el proceso alcance velocidad de crucero: cinco millones de metros cuadrados de suelo urbano y 33 millones y medio de rústico se preparan para salir a la venta. La Pirotécnica de Sevilla, el cuartel María Cristina en Santander o el de los Docks en Madrid son algunas de las instalaciones cuya enajenación se considera inminente.

Construcción de bases

En el próximo año y medio, antes de 1992, la Gerencia espera ingresar un total de 22.000 millones de pesetas por la venta de terrenos e instalaciones militares; lo que supone cuadruplicar. la cifra obtenida entre enero de 1989 y mayo, de 1990: 5.130 millones de pesetas. Estos cálculos se ven amenazados, sin embargo, por actitudes como la del alcade de Zamora, que se niega a pagar los 860 millones de pesetas que exige Defensa por los terrenos anejos al cuartel Viriato.

Alfonso Valdivielso, director general de Infraestructura de Defensa, admite que su departamento actúa "con filosofía de promotor privado" y que, sin caer en la especulación, intenta obtener "un aprovechamiento razonable" de sus propiedades. La gerencia está condicionada por el hecho de que la venta de antiguas instalaciones sea el sistema a través del cual debe obtener los cuantiosos recursos necesarios para financiar la adecuación y construcción de los cuarteles en los que se instalarán las unidades enclavadas hasta ahora en el interior de los cascos urbanos.

El Plan de Inversiones Públicas (PIP) 1989-93 incluye un programa de modernización de bases, por valor de 135.563 millones de pesetas, que es independiente de los presupuestos ordinarios del Ministerio.

El coronel Eduardo Esteban asegura que el plan beneficia a los ayuntamientos, que logran un suelo cada vez más escaso, a los ejércitos, que pueden adecuar su despliegue a las necesidades, y a los soldados, que tendrán instalaciones más modernas. Todas las partes admiten, sin embargo, que a la hora de negociar la tensión, soterrada o pública, "es inevitable".