La Cruz Roja traslada a 71 polacos expulsados de un pueblo vizcaíno
La Cruz Roja de Vizcaya trasladó ayer al cámping de Górliz a los 71 emigrantes polacos que habían sido expulsados de Abanto-Ciérvana (Vizcaya). El alcalde de esta localidad se acogió a un decreto del Gobierno vasco que prohibe la acampada libre para expulsar a los emigrantes ilegales.Los ciudadanos polacos, que desde el pasado 25 de mayo están viviendo en tiendas de campaña, primero en Arrigorriaga y después en Abanto-Ciérvana, han solicitado el estatuto de refugiado. De ellos, 31 son niños.
Mientras la Comisión Interinstitucional de Asilo y Refugio, presidida por el Ministerio de Interior, decide el futuro de estos
71 polacos, los emigrantes tienen derecho a permanecer en la provincia, según señala la Ley de Asilo y Refugio.
De las 2.721 solicitudes de estatuto de refugiado presentadas en 1989, la comisión sólo aprobó seis. Se denegaron 1.317 y el resto fue retirado por los propios solicitantes.
El pasado lunes llegó la cuarta remesa de polacos al País Vasco: tres de Huesca y dos de Guadalajara. La Cruz Roja de Vizcaya les acogió en el local de la asamblea de Bilbao concediéndoles la ayuda que estipula la ley: 31.600 pesetas por persona y 3.000 pesetas por niño.
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