Oposición vecinal a la construcción de chales en un monte de Torrelodones
La Asociación de Vecinos Por Torrelodones ha solicitado al Ayuntamiento de esta localidad que aplace cualquier decisión para urbanizar una zona conocida como Los Robles y que está junto a El Canto del Pico, un palacete considerado monumento histórico-artístico, que perteneció a la familia Franco y fue vendido a un hostelero.
José Antonio Oyamburu Goicoechea -un emigrante de Torrelodones que hizo fortuna en Lemington (Reino Unido) y que es hermano del párroco del pueblo- compró hace dos años el palacete a la familia Franco por 320 millones de pesetas para instalar en él un hotel de lujo. Los vecinos piden ahora al Ayuntamiento que de momento "no tome ninguna decisión" sobre la intención de Oyamburu de convertirlo en un hotel.Para la asociación, cualquier atentado contra la identidad de El Canto del Pico "sería de extrema gravedad", ya que, según un escrito dirigido al Ayuntamiento, éste "es un lugar declarado de interés histórico-artístico y símbolo del pueblo". A pesar de ello, en el pleno del Ayuntamiento celebrado el pasadojueves se aprobó provisionalmente la modificación de las normas urbanísticas del palacete, además del estudio de detalle para la construcción de 71 chalés en la zona cercana de Los Robles.-
Este proyecto, según los vecinos, supondrá "un daño irreparable y tendrá un impacto medioambiental negativo" por el efecto que causarán los chalés en un entorno paisajistico que distingue a Torrelodones.
El palacete conocido como El Canto del Pico fue cedido por el conde de las Almenas, José María Palacios, a Francisco Franco en 1940. La finca cuenta con unos 80.000 metros cuadrados de superficie. Está considerado monumento histórico-artístico desde 1930 y sus terrenos se encuentran sujetos a la Ley de la Cuenca Alta del Manzanares. Su calificación urbanística era de finca agropecuaria.
La mayoría de los grupos políticos con representacion municipal desearía que esta zona se conservase tal y como está en la actualidad, pero las normas autorizan la construcción de los chalés, aunque el equipo de gobierno es partidario de la rehabilitación del palacete.
Condiciones ruinosas
Antes de la operación de compraventa -llevada a cabo en el máximo de los secretos entre el marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez Bordiú, en representación de Carmen Polo de Franco, y el -propio Oyamburu-, el palacio había sufrido dos incendios y se encontraba en condiciones ruinosas. El edificio ha sido víctima de varios saqueos y de su interior han desaparecido distintos objetos de gran valor.La Asociación de Vecinos Por Torrelodones se formó en enero de 1988 para evitar la implantación en el pueblo del llamadojuego de la guerra, en el que se simulan situaciones bélicas de modo incruento. La presión ejercida hizo que la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, denegara la autorización para dicho juego en el municipio.
En estos momentos, la asociación mantiene otro enfrentamiento con los promotores que intentan urbanizar una zona de Los Peñascales que los vecinos consideran "de un alto valor ecológico".
