Yeltsin desafía al Kremlin y se entrevista con el presidente independentista lituano
El presidente de la Federación Rusa, Borís Yeltsin, se entrevistó ayer con su homólogo de Lituania, Vitautas Landsbergis, para hablar sobre una eventual cooperación directa entre las dos repúblicas. El encuentro "es el comienzo de contactos prometedores", declaró el dirigente báltico al llegar a Vilna, la capital de la rebelde república. Yeltsin ha prometido firmar acuerdos bilaterales con las restantes 14 repúblicas federa das que integran la Unión Soviética y comerciar con las riquezas de la Federación Rusa, incluido el gas y el petróleo, sin aceptar "ninguna limitación" dictada por el Kremlin.
Las declaraciones son una clara alusión al bloqueo económico que la URSS impuso contra Lituania para obligar a esta república a derogar o congelar la proclamación de independencia aprobada el pasado 11 de marzo.El apoyo de Yeltsin, que representa un desafío a la política del presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, refuerza el que anteayer obtuvo Lituania del Parlamento de Moldavia. Los diputados aprobaron una declaración en la que reconocían el derecho a la independencia de Lituania y expresaban su deseo de establecer relaciones "diplomáticas, económicas, políticas y culturales directas" con esta república.
El mayor problema que puede plantear a Gorbachov la llegada de Yeltsin a la presidencia de Rusia es la formación de un frente común de las repúblicas que integran la Unión Soviética para quitar poder al Kremlin. Yeltsin comentó, tras ser elegido, que, con la autonomía real de las repúblicas, el papel del presidente de la URSS debe disminuir.
Este papel presidencial "debe limitarse a funciones estatales, como la defensa y la seguridad del país, la coordinación de los programas de toda la Unión y cumplir las tareas que le deleguen las repúblicas", sostuvo Yeltsin, quien subrayó que se debe "invertir la pirámide del poder".
Hay también otras posiciones del nuevo líder ruso que causarán roces con el presidente Gorbachov. Según Yeltsin, las leyes de Rusia deben primar sobre las de la URSS, cosa que el Kremlin considera inaceptable. Las tres repúblicas bálticas -Estonia, Letonia y Lituania- promulgaron el año pasado sendas leyes según las cuáles para que una ley soviética tenga vigencia en sus territorios, debe antes ser ratificada por los Parlamentos republicanos respectivos. Sin embargo, la URSS no ha reconocido estas leyes y las ha calificado de "anticonstitucionales". El programa económico presentado por el primer ministro Nikolái Rizhkov ha sido duramente criticado por Yeltsin, quien ya a declarado que la Federación Rusa no lo cumplirá.
Boicoteo al plan económico
El parlamento de Bielorusia adoptó ayer una resolución que rechaza el alza de precios que el Gobierno soviético pretende introducir en su plan de adopción de una economía de mercado.El Parlamento de Ucrania había adoptado la semana pasada una resolución similar. Los diputados bielorusos señalaron su temor a una precipitada caída del nivel de vida de los sectores más pobres de la población a raíz del ajuste económico. El parlamento solicitó estudios para la introducción sin traumas de la economía de mercado que deberán incluir formas de protección social.
La alarma por el desabastecimiento que ha producido en la URSS el anuncio de inminente incremento de precios a determinado que el ayuntamiento de Riga, en Letonia, adopte un sistema de racionamiento de productos de primera necesidad para evitar el pánico de los consumidores. A partir de ayer los productos racionados son la harina, los cereales y las pastas.
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