El Pleno del Congreso rechaza las enmiendas a la totalidad de la LOGSE

El Pleno del Congreso de los Diputados rechazó ayer las enmiendas a la totalidad de¡ proyecto de Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) presentadas por el Partido Popular y tres partidos regionalistas integrados en el Grupo Mixto, tras un debate que adquirió un tono de fuerte crispación en algunos momentos y de¡ que se desprendió una notable contradicción. Mientras el Partido Popular trató de presentar como un "fracaso" personal del ministro de Educación, Javier Solana, el no haber conseguido el consenso necesario para una ley de tanta importancia, la disposición del ministro al consenso fue precisamente lo que mayores elogios mereció de la mayoría de los restantes grupos de la oposición.

El primer debate parlamentario sobre la LOGSE reverdeció en algunos instantes tumultuosas sesiones que tanto el Congreso como el Senado vivieron con ocasión de la tramitación de otras leyes educativas, especialmente con motivo de la discusión de la ley del Estatuto de Centros, de la desaparecida UCD, o de la socialista LODE.Entre los objetivos principales de la LOGSE el ministro Solana destacó, la ampliación en dos años del periodo de escolaridad obligatoria, una profunda reforma de la formación profesional y la plena integración de la educación infantil en el sistema educativo.

Los primeros abucheos y pataleos surgieron en los escaños del Grupo Popular cuando el ministro se refirió a la validez que, en su opinión, sigue teniendo la Iarga tradición histórica que concibe la educación como instrumento para la igualdad" y a los "grupos políticos y los sectores sociales que dentro y fuera de la Cámara critican el proyecto de ley "por no incorporar una determinada concepción del hombre". Añadió que el proyecto es escrupulosamente respetuoso con quienes, en uso legítimo de su derecho, desean para sus hijos una específica y determinada formación religiosa".

Miedo a la libertad

Los grupos parlamentarios que deseaban la devolución del proyecto de ley al Gobierno no comparten con Solana que el texto respete el derecho de elección de un tipo de educación diferente al que pueda ofrecer la escuela pública. En este sentido, la justificación de las enmiendas a la totalidad de los partidos Aragonés Regionalista y Unión Valenciana (la del Grupo Andalucista se basa funmentalmente en la defensa de las competencias autonómicas) es coincidente con la del Grupo Popular, defendida por el diputado Enrique Fernández-Miranda. Éste dijo que la LOGSE "castiga la libertad" porque "hará más difícil que los padres puedan elegir el tipo de educación que quieran para sus hijos", y preguntó al ministro "por qué tiene miedo a la libertad", supuesto miedo que extendió al Gobierno, del que aseguró que "nos tiene sometidos a todos a esa libertad vigilada a la que someten a sus hijos algunos padres viejos".

Pero la culminación del enfrentamiento entre la derecha y la izquierda de la Cámara se produjo cuando, en su réplica a los enmendantes, Solana, en su intento de rechazar ciertas referencias de Fernández -Miranda a la permanencia en la LOGSE de determinados aspectos de la ley de Educación del 70, dijo, poniendo un intencionado énfasis en los apellidos del diputado popular, que no le toleraba que identificara la LOGSE con una ley franquista.

El pateo y golpear de puños de los diputados populares adquirió entonces la máxima intensidad. El portavoz del Grupo, Rodrigo Rato, dijo que el PP consideraba una descortesía parlamentaria las alusiones, personales y las referencias a los apellidos de un diputado, y el propio Fernández Miranda, tras apelar a la necesidad de intervenir "por alusiones" a su padre, Torcuato Fernádez-Miranda y Hevia, "replicó al ministro diciéndole que gracias al Rey y a su padre, Solana podía estar sentado en aquellos momentos en el Parlamento.

Desde una perspectiva bien diferente, los restantes grupos de la oposición justificaron la no presentación de enmiendas a la totalidad por una coincidente identificación con gran parte de la filosofía de la ley. Con los lógicos matices diferenciales, los portavoces del CDS, IU, EE, EA, CiU, y el PNV ponderaron la voluntad de diálogo para llegar a una ley del máximo consenso puesta de manifiesto por el Gobierno hasta ahora. Los grupos nacionalistas subrayaron las objeciones que aún mantienen respecto a las cuestiones relacionadas con la competencia de las comunidades autónomas en materia de política educativa, y todos insistieron en la necesidad de encontrar una fórmula para garantizar el compromiso del Gobierno con la financiación de la reforma educativa.