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La ultraderecha guatemalteca que se desarmó

La presencia de Mario Sandoval en Madrid incrementa las posibilidades del proceso hacia la paz

Juan Jesús Aznárez

Mario Sandoval, de 67 años, secretario general del Movimiento de Liberación Nacional, la derecha más conservadora de Guatemala, cuenta que el presidente Vinicio Cerezo le llamó un día para agradecer su participación en el proceso democrático y su rechazo de nuevas aventuras golpistas. "Si usted no hubiera apoyado esta transición, ya me habrían botado", dijo, según recuerda ahora Sandoval, convertido al pluralismo y negociador hoy en El Escorial.

La figura más representativa del conservadurismo guatemalteco, que aceptó a regañadientes las conversaciones con la guerrilla, subraya, complacido, que el anterior jefe del Estado español, Francisco Franco, le concedió la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, 1a última que firmó Franco antes de su muerte", y que le fue entregada por el rey Juan Carlos cuando viajó al país centro americano.Portavoces de la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (UNRG) que participan en las negociaciones de paz que se celebran en El Escorial (Madrid) calificaron de inédita"la nueva actitud de Sandoval. Por su parte, las propuestas de la guerrilla para participar en el proceso me(liante una reforma constitucional, la desaparición de las patrullas civiles y el control judicial de la policía han sido acogidas favorablente por la mayoría de los partidos guatemaltecos.

La presencia en Madrid de Sandoval, el político que promovió golpes de Estado y se opuso activamente al derrocado "gobierno comunista de Jacobo Arbenz" garantiza, teóricamente, la aceptación de la apertura democrática y del tránsito hacia un sistema de división de poderes de tina gran parte de las fuerzas sociales que colaboraron con los régimenes militares Y se opusieron a cualquier solución dialoga(la con la insurgencia.

Sandoval, que guarda en su habitación de El Escorial una caja de botellas de ron para brindar con la guerrilla "si se lo merece", declara, entre socarrón y convencido, que te renegó de la lucha armada cuando subió al poder, en 1970, con el coronel Carlos Arana Osorio.

Presidente del Congreso entre 1970 y 1974, niega ser el promotor de las tramas de extrema derecha que atacaron a cañonazos los brotes opositores, políticos o armados, y cita a sectores incontrolados del Ejército como responsables de las matanzas. "Es injusto, pero desgraciadamente es una carga que hemos aceptado necesariamente porque ninguno de los anteriores gobierns podía aceptar esas culpas".i

Candidato presidencial

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Sandoval fundó en 1954 el Movimiento de Liberación Nacional (NI LN), "el único partido de derechas que lleva este nombre", fue vicepresidente de la república con el general Kell Eugenio Laugerud en 1974 y señala que el MLN empezó a madurar cuando él, como vicepresidente, dijo "no" al poder militar: "sin nosotros, el proceso democrático habría colapsado".Candidato presidencial en las elecciones de 1982, que colocaron al frente del Gobierno al general Ángel Ambal Guevara, el político de la derecha guatemalteca protestó por los resultados: "Como hubo fraude promoví el golpe de Estado que llevó al poder al general Efraín Ríos Mont". "En 1985", agrega, "la derecha se presentó muy dividida y ganó la Democracia Cristiana".

"Soy el político en activo más viejo de Guatemala, con 46 años en ejercicio", dice Sandoval, para quien la confrontación con la izquierda comenzó el 18 de julio de 1949 en el contexto Este-Oeste. "Nuestro objetivo fue evitar la comunistización del país y por ello aceptamos la ayuda norteamericana. Con la revolución de Castillo Armas nos convertimos en el único país que consiguió derrocar con las armas a un Gobierno comunista".

El líder del Movimiento de Liberación Nacional, que no observa peligros involucionistas inmediatos, afirma que su legado más importante a Guatemala, ahora que su carrera política acaba, será contribuir a la solución pacífica de la guerra desde la negociación. "La guerrilla no pensaba que Mario Sandoval aceptaría sentarse en la mesa de negociaciones, pero las circustancias han cambiado y el imperialismo soviético toca a su fin", dice.

En el Escorial, el dirigente conservador y Rodrigo Asturias comandante Gaspar, su enemigo de tres décadas, se estrecharon la mano por primera vez.

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