El Tío Sam espera a 'matrioska'

Mijaíl Gorbachov, una de las figuras políticas cruciales del presente siglo, aterrizará mañana en la base militar de Andrews, en las afueras de Washington, con un convoy de 18 aviones repletos de consejeros y material documental. El líder soviético sólo tiene cinco días para completar una de las agendas políticas más apretadas e importantes desde la repartición de Europa al término de la II Guerra Mundial, en 1945. Gorbachov y el presidente de Estados Unidos, George Bush, no sólo deberán ratificar la reducción de sus arsenales nucleares en un 30%. También deberán llegar a acuerdos sobre la independencia de Lituania, los derechos humanos, los judíos soviéticos, el papel de la OTAN y la unificación alemana.

El mundo ha cambiado notablemente desde la primera visita de Gorbachov a Washington, en diciembre de 1987. Desde. entonces se han producido muchos cambios. La revolución del Este, el narcotráfico latinoamericano, Japón... han contribuido de una u otra. forma al olvido del papel de superpotencias que han jugado históricamente Estados Unidos y la URSS. Pero cuando Gorbachov aterrice mañana por la tarde en Maryland y se disponga a viajar en coche hasta Washington todo volverá a ser como' antes. Las dos superpotencias hablarán y tomarán decisiones y el mundo estará atento.Gorbachov será recibido con una alfombra roja, al final de la cual estarán el secretario de Estado norteamericano, James Baker, y su esposa, Susan, los encargados de pronunciar el típico "bienvenido, míster Gorbachov". El presidente soviético no se alojará en la Blair House, la residencia habitual de los jefes de Estado que visitan la capital. Gorbachov se instalará en la Embajada de su país, a sólo cuatro manzanas de la Casa Blanca.

La comitiva de Gorbachov está compuesta por 250 ayudantes. Treinta y cinco vehículos de seguridad le seguirán a donde vaya y fuerzas de élite controlarán los escenarios de sus apariciones.

Helicópteros y, cómo no, el KGB, se ocuparán asimismo de que el político soviético no sufra ningún percance. Durante estos días Bush y Gorbachov dialogarán privadamente durante al menos siete horas.

Desarme

Esta cumbre de Washington representa el 182 encuentro entre líderes de ambas potencias desde 1955, y la segunda reunión que celebran Bush y Gorbachov. Ambos líderes se reunieron en Malta el pasado mes de diciembre y ahora como entonces el desarme continúa siendo el tema primordial. Estados Unidos y la URSS poseen 55.000 bombas con cabezas nucleares, lo que representa el 98% del arsenal atómico almacenado en el planeta. Las últimas reuniones celebradas en Moscú entre Baker y el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, han allanado el camino.

Las dos superpotencias reducirán su armamento nuclear en un 30% y deberán alcanzar un acuerdo para detener la producción de gas venenoso y reducir sus arsenales de armas químicas hasta un total de 5.000 toneladas cada uno. La URSS tiene unas 50.000 toneladas de este tipo de armas, por la mitad de EE UU.

Pero todo no van a ser misiles. Gorbachov también tendrá tiempo libre. El jueves disfrutará de cuatro horas de descanso, durante las que podría sorprender con un paseo por el céntrico barrio de Georgetown.

Ese día, el líder soviético y su esposa Raisa tienen previsto acudir a la biblioteca del Congreso para reunirse con unos 100 intelectuales norteamericanos, con los que almorzarán. Luego acudirán a una cena en la Casa Blanca. El viernes, Raisa y Barbara Bush acudirán a un centro de estudios femenino. Por la noche, junto a sus esposos, comerán caviar en la Embajada soviética. El sábado, Bush y Gorbachov viajarán a Camp David (Maryland), donde podrán discutir a solas. El domingo, Bush y Gorbachov harán públicos los acuerdos alcanzados. Poco después, Gorbachov viajará a Minneapolis (Minnesota), donde se reunirá con empresarios. Posteriormente viajará a San Francisco y visitará al ex presidente Ronald Reagan.