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Muere G¡useppe Santomaso a los 83 años

El pintor era uno de los exponentes del 'abstractismo italiano'

Juan Arias

El pintor Giuseppe Santomaso, veneciano, uno de los mayores exponentes del abstractismo italiano, admirador y seguidor de Picasso, falleció en la mañana de ayer jueves, en el hospital Giustiniani de la ciudad lagunar, a la edad de 83 años, tras una larga enfermedad producida por un tumor.Santomaso, fundador en 1946 del frente nuevo de las artes, había nacido el 26 de septiembre de 1907 en la Venecia que él amó hasta el final de su vida y donde había producido lo mejor de su gran fantasía pictórica, desde aquel magnífico y fascinador estudio cuyos grandes ventanales se asomaban sobre el Canal Grande.

"Aquí es fácil inspirarse", le dijo un día este corresponsal contemplando las góndolas que se deslizaban como negras sombras misteriosas sobre las aguas mágicas de la laguna. Y el pintor, que tenía, como su gran amigo Pertini, un carácter enérgico e inmediato, respondió: "No, porque el arte nace desde dentro hacia afuera. Esto es bello y basta".

El pintor veneciano, como le ocurría a Pertini en la política, era en este país más que un pintor, ya que participaba activamente y con gran pasión en todo lo social. Y como el difunto ex presidente de la República, era amado no sólo como artista, sino como personaje popular que nunca se mordía la lengua. Santomaso fue uno de los mayores artistas de lo abstracto lírico en Italia, imponiéndose con Pizzinato y Vedova a nivel europeo. En la polémica entre realistas y abstractistas, el pintor veneciano abrazó la causa de los segundos defendiendo, con su característica fuerza polémica, "la libertad del arte". Uno de sus cuadros más célebres es el Homenaje al crucifijo de Cimabue.

En su larga carrera, Santomaso demostró siempre una gran curiosidad artística. Tras haberse enamorado del posimpresionismo de la escuela veneciana de los Seibezzi y de los Scarpa, en los años veinte y treinta, se fue después acercando al impresionismo a través del grupo milanés Corriente.

Tradición veneciana

En la posguerra, sus obras se vieron muy influenciadas por Picasso y por el cubismo y participó no sólo en el nuevo frente de las artes, sino también en el Grupo de los Ocho. Llegado a la madurez artística, el pintor veneciano le dio una personalidad peculiar a su abstractismo usando un tipo de color que lo hermanaba con la gran tradición veneciana haciéndolo más realista.Este corresponsal recuerda la paciencia de aquel anciano, duro y tierno a la vez como un niño, explicando a una muchacha de 12 años, mientras le enseñaba su estudio y sus cuadros que eran una explosión de color y de armonía pictórica, la diferencia entre copiar y crear, o bien, interpretar. Santomaso le explicaba a la niña que tras haber visto un objeto o un paisaje el pintor no tenía que reproducirlo, sino más bien pensarlo y después "interpretarlo", le decía, "a tu gusto, según tu fantasía, sin preocuparte de que se parezca o no a lo que has visto". Y el maestro mostraba con orgullo la banqueta en la que se había sentado Pertini cuando, siendo presidente de la República, había ido de visita oficial a Venecia y quiso hacerle el regalo de ir a visitarlo. Conservaba aquella banqueta como una reliquia y permitió sólo a la niña que se sentase en ella.

Allí, en aquel estudio, frente a las aguas encantadas del Gran Canal que corrían lentas a sus pies, Pertini y Santomaso, dos amigos entrañables de la infancia, ambos "dulces cascarrabias" y dos verdaderos "creativos", los dos tremendamente vitalistas, bromearon aquella mañana sobre la muerte. ¿A quién de los dos le tocaría antes la china? Sandro Pertini estaba rondando los 90 y Santomaso tocando los 80, pero ninguno quería morirse antes que el otro.

El destino se los ha llevado casi juntos. Aquel mediodía, el alcalde de Venecia insistía para llevar a Pertini a comer a un restaurante de lujo, pero Santomaso, el rey del arte de Venecia, se opuso: "Irá", dijo, "donde yo lo lleve". Y lo llevó a una pequeña, castiza, trattoria totalmente veneciana a comer pescado fresco sobre manteles de papel.

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