Estados Unidos sigue sin responder a la solicitud de visado de Yasir Arafat

La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha solicitado un visado de entrada en Estados Unidos para que su líder, Yasir Arafat, pueda viajar a Nueva York y asistir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que deberá debatir los violentos incidentes registrados el pasado fin de semana en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania. Un portavoz del Departamento de Estado explicó ayer que no habían recibido la solicitud.

Arafat, que renunció al terrorismo en 1988, había tramitado su solicitud de visado el pasado lunes a través del secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, quien remitió la petición a los responsables de la misión permanente de Estados Unidos ante la ONU. Este canal fue considerado por las autoridades norteamericanas como "inusual", por lo que esa primera petición entró en "vía muerta". Algunos analistas opinan que, a diferencia de lo que ocurrió en 1988, esta vez Washington otorgará el visado a Arafat. Hace dos años, el entonces presidente Ronald Reagan no se lo concedió y no pudo asistir a la Asamblea General de la ONU, lo que motivó el traslado de todos los delegados hasta Ginebra, donde escucharon las alegaciones de Arafat sobre su renuncia a la lucha armada.Si en esta ocasión Arafat tampoco puede entrar en Estados Unidos, el Consejo de Seguridad podría celebrarse en otro país. Las consultas informales de los 15 miembros del Consejo continuaban ayer pendientes de la decisión de Washington.

Una portavoz de la ONU explicó que el Consejo de Seguridad se ha reunido fuera de Nueva York en sólo dos ocasiones. En 1972 se desplazó a Addis Abeba para considerar una serie de temas africanos, y en 1973 lo hizo a Panamá para tratar cuesiones relacionadas con el canal.La petición de los países árabes para que el Consejo de Seguridad se reúna con carácter de emergencia se produjo poco después de los violentos incidentes registrados el pasado fin de semana en los territorios ocupados. El domingo, un ex soldado israelí, al parecer perturbado mental, mató a siete palestinos en un suburbio de Tel Aviv. En las horas que siguieron a la matanza, otros 17 palestinos murieron a manos del Ejército israelí, y en los disturbios posteriores se registraron más de 700 heridos.

La OLP desea que el Consejo de Seguridad, el órgano más importante de la ONU, revise el estallido de violencia en esos territorios y analice el comportamiento de las tropas israelíes. En caso de que el Consejo llegue a reunirse, la OLP intentará ejercer presión para que se condene a Israel por el trato que están recibiendo los palestinos.

La petición de la OLP está apoyada por los países árabes, favorables también a la creación de algún tipo de fuerza pacificadora internacional que proteja a los palestinos instalados en Gaza y Cisjordania. También han iniciado por separado una campaña de presión para detener el flujo de judíos soviéticos hacia Israel y evitar que terminen siendo enviados a los territorios árabes ocupados. El pasado lunes, Pérez de Cuéllar expresó "grave preocupación" por los incidentes de Gaza y Cisjordania.