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El futuro de Vandellós I no condicionará la decisión sobre la moratoria nuclear en el PEN, según Industria

La revisión del Plan Energético Nacional (PEN), que implicará la decisión oficial del Gobierno sobre la moratoria nuclear establecida en 1983, no va a estar condicionada por el hipotético cierre definitivo de la central nuclear de Vandellós I, según han señalado altos funcionarios del Ministerio de Industria. De hecho, el equipo ministerial que dirige Claudio Aranzadi tampoco se ha pronunciado aún sobre el problema planteado en Vandellós I, cuyo destino dependerá de los estudios que ahora se realizan para comprobar la viabilidad que supone la reapertura de estas instalaciones.

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Un debate precoz

El Ministerio de Industria considera que el informe emitido por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a raíz del incendio de Vandellós en octubre pasado deja abierta la puerta para que la central pueda ponerse en marcha de nuevo. No obstante, el dictamen del CSN exige previamente una serie de modificaciones técnicas que pueden hacer inviable desde el punto de vista económico la reanudación de las instalaciones. En algunos casos las inversiones estimadas para garantizar el perfecto control de Vandellós I se han llegado a evaluar en 50.000 millones de pesetas.En cualquier caso, las citadas fuentes del Ministerio de Industria han asegurado que el hipotético cierre de Vandellós "no afectará para nada la estructura del equipamiento energético que será establecido en el nuevo Plan Energético Nacional y tampoco va a influir en la decisión que finalmente se asuma sobre la moratoria nuclear". Es más, la Administración ha dejado muy claro que el desenlace final de la central nuclear catalana "no va a condicionar en absoluto la decisión que el Gobierno pueda tomar sobre Valdecaballeros", primera instalación nuclear en la lista de espera que supuso la parada nuclear de 1983. La construcción de Valdecaballeros, con una potencia de 975 megavatios, fue autorizada en el año 1979 y las obras quedaron paralizadas en 1993.

Déficit real de potencia

De acuerdo con los trabajos preliminares contemplados en la memoria del PEN, los excesos de demanda energética en España tienen su umbral definido entre 1994 y 1995, para lo cual el citado plan contempla un incremento de potencia de entre 7.000 a 8.000 megavatios. En el supuesto de que el Gobierno acordase el cierre de Vandellós I, el déficit real de potencia que ello implicaría sería el equivalente al de este grupo nuclear, que es de 500 megavatios.En consecuencia, el problema que plantea la situación de la central nuclear catalana -partiendo de que se confirme el cierre de las instalaciones- no llega siquiera al 10% de las necesidades energéticas previstas hasta el año 2003, que es donde está fijado el horizonte del futuro PEN y que también es el último ejercicio en el perlodo completo de vigencia de Vandellós 1.

A la vista de ello, el Ministerio de Industria considera que la cobertura de este supuesto déficit puede efectuarse a través de otras fuentes alternativas, desde un incremento de la participación del petróleo en el consumo total de energía hasta un alargamiento en el ciclo de vida de las centrales convencionales, pasando por la mejora en la gestión de la demanda y terminando incluso en el incremento de las importaciones procedentes de Francia.

Los responsables del citado ministerio han señalado a estos efectos que el peso de la energía nuclear es ahora del 40% sobre el total de producción eléctrica, recordando al mismo tiempo que, por ahora, el único compromiso de la Administración consiste en que el nuevo PEN sea aprobado por el Gobierno dentro del presente ejercicio de 1990.

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