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El presidente surafricano 'vende' hoy su plan de reformas a Thatcher

La primera ministra británica, Margaret Thatcher, recibe esta mañana al presidente de Suráfrica, Frederick de Klerk, en el que ha de ser uno de los momentos culminantes de la actual gira del líder surafricano por Europa, incluida una escala en Madrid, con la que el presidente quiere vender las buenas intenciones de Pretoria. Ambas partes mostraban ayer extrema cautela y fuentes de la Embajada surafricana insistían en que "no conviene especular- sobre el contenido y resultado de las discusiones, quedarán los planes para el desmantelamiento del apartheid y los deseos de Thatcher de invertir cuanto antes en Surafrica.La manifestación convocada por miembros del Congreso Nacional Africano (ANC) junto a la residencia de fin de semana de la primera ministra en Chequers pondrá el contrapunto a una entrevista marcada por la admiración mutua. La entrevista de hoy constituye el paso del ecuador de los nueve países que De Klerk tiene previsto visitar en 18 días, y es uno de los momentos más esperados, pues no hay, país europeo que tenga más intereses en Suráfrica que el Reino Unido y es Londres el ojo de la cerradura a través del que los aislados surafricanos ven el mundo.

"No vengo con una lista de ruegos. No traigo peticiones concretas declaró De Klerk al pisar suelo británico. El presidente mantuvo ayer en Londres una discreta agenda de trabajo en la que, se presume, hubo contactos con empresarios.

Inversiones

De Klerk quiere atraer Inversiones a Suráfrica y en la escala de la víspera en Bruselas arrancó el compromiso comunitario de reconsiderar la política de los Doce en relación a su país, compromíso que ha forzado una nueva ofensiva diplomática de la Commonwealth, ansiosa por impedir todo relajamiento de las sanciones hasta que el régimen racista haya realizado mayores concesiones a la mayoría negra. De Klerk es consciente de que a partir de 1993 Europa va a ser distinta y necesita la colaboración comunitaria para llevar a cabo sus planes económicos.En ninguna capital va a encontrar el presidente más comprensión que en Londres, aunque Pretoria cree que Thatcher se precipitó al reclamar el levantamiento de las sanciones inmediatarriente después del anuncio de la puesta en libertad de Nelson Mandela y la legalización de todos los partidos políticos surafricanos. De Klerk hubiese preferido que el mundo llegara a la conclusión de que las sanciones eran innecesarias a la luz de la evolución interna y de los pasos dados para eliminar el apartheid. El presidente surafricano va a explicar a Thatcher el detalle de las discusiones mantenidas recientemente con Mandela y, sus planes para el futuro, donde el principal problema sigue residiendo en el acomodo constitucional a la protección de las minorías. Nelson Mandela tiene previsto visitar a la primera ministra a principios de julio.

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