Parejas contemporáneas
Noche de dúos Vencido el ecuador de esta quinta edición del Madrid en danza , la ya tradicional noche del Ministerio de Cultura (en que se monta un espectáculo a base de coreografías cortas e intérpretes de diversa procedencia que no han participado con espectáculos completos en el festival) se ha centrado este año en el tema del dúo o baile de pareja, en una perspectiva contemporánea.Cinco pequeñas creaciones caracterizadas por el predominio de las parejas exclusivamente masculinas (tres de los cinco dúos) y donde al final, igual que ocurría en las noches o galas tradicionales, ha primado el carisma de los intérpretes sobre la coreografía, que más bien ha brillado por su ausencia.
3 contrapunto 2 (Arlette Kunz y Pablo Ventura)
Fax-pas (Eduardo Ruiz y Ángel Luis Fuentes). Rapta (Vicente Sáez y Francisco Lloberas). Romance amargo (Marco Berriel y Joaquín Cortés). Pentesilea (Antonio Márquez y Manuela Rodríguez). Centro Cultural de la Villa, 17 de mayo
Los mayores aplausos de la noche se los llevaron Joaquín Cortés y Marco Berriel, que lograron el prodigio de salvar la distancia de sus diferentes escuelas (ballaor el uno, bailarín el otro) sin caer en la parodia y dando al Romance amargo lorquiano una fuerza, que aunque basada ante todo en el dominio individual de ambos intérpretes, lograba asociar con cada estilo de baile una gama de emociones propias e intransferibles a otra forma. No sucedió lo mismo con la segunda de las parejas heterogéneas (Antonio Márquez y Manuela Rodríguez), que cerraron la noche, con la lucha de Aquiles y Pentesilea (según Kleist) y coreografía de Rodríguez. Márquez -El Ibiza- es un excelente ballaor flamenco, estrella del Ballet Nacional, pero aparecía encorsetado por la coreografía y tirado para abajo por una música de serial televisivo.
La primera parte del espectáculo había empezado con 3 contrapunto 2, de Pablo Ventura para chico, chica y televisor, siendo al parecer el papel de éste último el de proyectar el inconsciente de los personajes.
Ventura sigue siendo un joven coreógrafo interesante -y Arlette Kuríz una espléndida bailarina-, prácticamente inédito en Madrid; los trucos técnicos no parecen la mejor manera de verle madurar.
Narcisismo
Las piezas de Vicente Sáez y de Eduardo Ruiz y Ángel Luis Fuentes -Rapta y Fax-pasresultan, a pesar de su levedad, curiosas vistas juntas, como dos posibilidades del baile de pareja monosexual: al desaparecer la confrontación tradicional del paso a dos, se crea un curioso clima de reflejos y paralelos.Sáez -un virtuoso en su estilo limitado- absorbe a su compañero, al que impone su línea, atenuada, mientras que Ruiz y Fuentes (que dicen haberse comunicado sus ideas coreográficas por fax), también excelentes bailarines, tienden a crear un clima de narcisismo autocom pl aci ente.
Babelia
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