Boaz Mashek
Si Boaz Mashele, en vez de ser un negro surafricano, hubiese sido un famoso de color de cualquier equipo millonario de la NBA, a lo mejor ahora mismo los avispados policías que lo detuvieron, esposaron y golpearon por sospechoso, estarían dando explicaciones en algún juzgado de guardia.Pero Boaz Mashele es negro surafricano. Después del bochorno por haber confundido al sindicalista invitado por la UGT con un vendedor de droga, habrán pensado quizá que, después de todo, un negro surafricano está acostumbrado a cualquier cosa...
Lo más bochornoso de esta triste historia ya no es la equivo valor universal, que -según cuentan- se dio en la comisaría para explicar y justificar el incidente: todo ocurrió en una "zona muy mala" y teniendo en cuenta que "los negros son traficantes".
Los negros son traficantes, por eso se los detiene. Pero con esa lógica de la comisaría se llega a la ley de la selva. Los gitanos molestan, se los expulsa; los ancianos son un estorbo, se los arrincona; los mendigos ofrecen un espectáculo degradante, se los hace desaparecer de la vista... Es la lógica de los valores de la colectividad. Uno no es más que un número dentro de una colectividad. Si eres negro -aunque te llames Boaz Mashele y estés en Madrid invitado por la UGT-, eres sospechoso de ser traficante porque los negros son traficantes.
íQué pena que los policías de nuestra historia no ejerzan en Pretoda o en Ciudad del Cabo! Allí quizá habrían recibido el premio por el trabajo bien cumplido. Aquí somos más civilizados Aquí, el silencio y el olvido envolverán la anécdota hasta la siguiente faena.-
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