Los dominicanos votan hoy con miedo a la violencia

ENVIADO ESPECIAL Los dominicanos acuden hoy a las urnas por octava vez desde la muerte del dictador Leónidas Trujillo, en medio de un ambiente político muy cargado que amenaza con desencadenar la violencia sí los resultados no son aceptados por los cuatro principales candidatos contendientes. De acuerdo al desarrollo de los últimos días de campaña, los cuatro aspirantes tienen opción fundada a la victoria. En la última semana murieron seis personas en diversos enfrentamientos habidos entre seguidores de distintos partidos políticos que rivalizan en estos comicios.

Con frecuencia se han producido también peleas y alborotos callejeros que han forzado la intervención de la Policía. Tanto la Iglesia católica como los principales candidatos hicieron en las últimas horas llamamientos a la serenidad y prometieron colaborar en la culminación de un pro ceso electoral democrático y pacífico. El aspirante presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez, prevé, sin embargo, que la jornada de hoy puede verse afectada por numerosos incidentes y problemas debido a la falta de recursos con los que cuenta la Junta Electoral Central para preparar correctamente la infraestructura necesaria para garantizar la limpieza de los resultados.Peña Gómez denunció que en muchos colegios van a faltar tinta y papeletas electorales. El propio presidente de la Junta Electoral Central, Froilán Tavares, dijo en una conferencia de prensa que el Gobierno no le había enviado todavía el lunes los cinco millones de pesos (unos 700.000 dólares) que son necesarios para la adquisición del material electoral. El dirigente del PRD hizo público lo que llamó "un plan criminal" por parte de elementos del gubernamental Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) contra los demás candidatos. Otros partidos han advertido que sus rivales presuntamente derrotados tienen intención de salir esta noche a la calle con ánimos de crear un clima de perturbación.

La Policía y el Ejército se encuentran acuartelados. También se han prohibido celebraciones políticas callejeras, que en los últimos días pusieron en esta ciudad, símbolo de ser caribeño, el bullanguero acento del merengue y el ron. El exceso de ritmo y de alcohol había provocado ya algunos incidentes en los que frecuentemente hacían aparición pistolas y machetes.

El ex presidente norteamericano Jimmy Carter, que dirige el principal grupo de observadores internacionales en estas elecciones, declaró a su llegada el martes que, por el momento, no ha recibido personalmente quejas de fraude por parte de ningún partido político. "Venimos aquí con nuestra mente abierta y una opinión imparcial. Queremos ver y simplemente asegurarnos de que ocurra lo que debe ocurrir y no lo que se ha dicho en la Prensa", declaró.

El embajador de Estados Unidos, Paul Taylor, manifestó que su Gobierno "no tiene preferencias" por ninguno de los candidatos que hoy concurren a las elecciones y mantendrá la misma política de relaciones con la República Dominicana que se ha seguido durante los cuatro últimos años de Gobierno de Joaquín Balaguer. Con esta declaración, Estados Unidos trata de cerrar la polémica sobre la oposición norteamericana a la candidatura de Juan Bosch al frente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Las posibilidades electorales de Bosch, quien sigue a la cabeza en las últimas encuestas, parecen haberse reducido en los últimos días como consecuencia del debate sostenido con la Iglesia Católica. Bosch manifestó en días pasados la necesidad de revisar el concordato firmado por Trujillo con la Santa Sede. La Iglesia reaccionó con una campaña en su contra que ha permitido que ahora todo el mundo crea en la República Dominicana que, si gana las elecciones, Bosch va a mandar cerrar las iglesias y detener a los curas.

Tampoco el actual presidente, Joaquín Balaguer, puede dar por segura su reelección, a pesar del enorme despliegue de maquinaria electoral puesto en marcha -insólito para un país con un salario mínimo de 50 dólares mensuales- Tanto Peña Gómez como Jacobo MajIuta, líder del Partido Revolucionario Independiente (PRI) han ido apreciablemente hacia arriba en los últimos días. MajIuta reunió el lunes en el cierre de su campaña electoral una concentración que el periódico El Listín Diario, el primero del país, calificó de "grande, sorprendente y vigorosa".

El peligro de los ancianos

Los comentaristas más apreciados del país se han referido reiteradamente al peligro de tener que elegir hoy entre dos hombres de más de 80 años. Algunos periódicos han publicado estudios de médicos especialistas que demuestran los menguadas que se encuentran las facultades de un ser humano a esa edad.Desde un punto de vista puramente sociológico no ha llegado a explicarse con acierto la razón por la que un pueblo apasionado y desinhibido que ha inventado los ritmos más dinámicos del Caribe, un pueblo, además, con más de 15 años de tradición democrática y con libertad para recoger toda clase de alternativas políticas, centre su inquietud electoral en dos ancianos como Bosch y Balaguer.

No parece suficiente el argumento de sus partidarios de que ambos tienen todavía el cerebro en pleno funcionamiento. Y tampoco resulta creíble la opción de cambio que promete el primero y la de seguridad que garantiza el segundo. Al votar por estos dos ancianos o por los otros dos candidatos, los dominicanos tendrán que elegir hoy, de alguna manera, entre permanecer unidos a su pasado o arriesgarse al futuro.