Los dos hermanos seropositivos de un barrio de Zaragoza vuelven a clase

Rubén, de cuatro años, y Jennifer, de dos, los hermanos del barrio de La Cartuja de Zaragoza portadores de anticuerpos del sida, asisten con normalidad desde ayer al colegio público y a la guardería, de los que faltaban desde hace 10 días. La mayoría de los 220 alumnos del colegio Ángel Escoriaza asistieron a clase y sólo un reducido grupo de unos seis padres pone alguna pega a la escolarización de los dos niños.Los medios de comunicación locales acordaron no publicar imágenes de los dos niños portadores de anticuerpos, condición que imponía la madre para que Rubén y Jennifer se reincorporaran a clase.

Los compañeros de aula del pequeño seropositivo le recibieron con un "¡hola, Rubén!" Según el presidente de la asoclación de padres del centro, Antonio Calvo, la actitud de los alumnos ha dado un ejemplo a los mayores. Por otra parte, un grupo de 20 padres, de los 22 alumnos que asisten a la clase de Rubén, han solicitado por escrito al Ministerio de Educación un profesor de apoyo para el aula y que se reduzca a la mitad el número de alumnos. El Ministerio se niega a dividir la clase en dos, y ha enviado al centro dos psicopedagogas encargadas de atender la integración de los dos niños.

El claustro de profesores y la asociación de padres de alumnos se han pronunciado a favor de la escolarización de los dos hermanos.