García Vargas se muestra pesimista ante la Asamblea Mundial de la Salud
Julián García Vargas, ministro español de Sanidad y Consumo, describió un panorama sombrío en su intervención en la tarde de ayer ante la 43ª Asamblea Mundial de la Salud, inaugurada el pasado lunes en Ginebra. Unas horas antes, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hiroshi Nakajima, solicitó a García Vargas una mayor cooperación de España en la lucha contra las enfermedades infecciosas y tropicales.
Vargas inició su Intervención afirmando que "desde un punto de vista sanitario, las perspectivas para la década de los noventa no pueden ser optimistas. Numerosos informes alertan sobre el riesgo de empeoramiento de las condiciones sanitarias y sociales en grandes zonas de América y África".Las condiciones sanitarias en esas zonas son una de las máximas preocupaciones del actual director general de la OMS, el japonés Nakajima. En una reunión previa a su intervención ante la 43 Asamblea Mundial de la Salud Nakajima pidió a García Vargas que España actue como mediador ante el resto de los países de la CE para potenciar la lucha contra las enfermedadees tropicales, ámbito en el que ya participa España en América Central. "Nuestra experiencia en América Central servirá de base para la presencia en los programas de la OMS en América del Sur y África, en el ámbito de la investigación aplicada, como es la producción de antibióticos y de medicamentos especiales para combatir las enfermedades tropicales", según manifestó el ministro español a la agencia EFE, en Ginebra.
Pero la situación sanitaria en los países desarrollados dista también de ser optimista. "Concretamente, en muchas áreas se constatan avances muy lentos en materia de prevención de las tres grandes causas de mortalidad: enfermedades cardiovasculares, cáncer y accidentes. La incidencia de estas patologías tiende además a repartirse de forma desigual", dijo García Vargas.
Con respecto a este tema Nakajima recomendó a los representantes de los 167 países que asisten al encuentro que "se modifiquen los hábitos alimentarios para prevenir los 170 millones de fallecimientos calculados para este decenio en el caso de que no varíen las modos de vida actuales".
Medio ambiente
Para el ministro español de Sanidad "la conciencia de que es necesario un medio ambiente más saludable no siempre se corresponde con medidas prácticas y efectivas en el plano nacional. Hay un uso excesivo de alcohol, tabaco y medicamentos, y se constata una resistencia a aplicar planes preventivos por regiones supranacionales"."En el campo de la prevención, hemos encontrado a lo largo de la pasada década poderosos núcleos de resistencia que provienen de importantes sectores económicos que se sienten perjudicados. Intereses agrícolas y ganaderos dificultan la popularización de dietas saludables. Determinados intereses industriales se oponen a la preservación del medio ambiente. Grandes corporaciones multinacionales son hostiles a las campañas de reducción del hábito de fumar o del consumo de bebidas alcohólicas y todavía cuesta trabajo ligar la publicidad de los automóviles a la seguridad y no a la velocidad. Hay también resistencias que provienen de fuertes intereses económicos ligados al sector de la asistencia sanitaria. La industria farmacéutica difunde que mayor consumo de medicamentos es igual a mejor salud y trata de influir sobre los médicos para que si disminuyen el número de recetas se prescriban indiscriminadamente productos más recientes y costosos quizá sustituibles por productos genéricos.", según García Vargas.
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